La nueva comedia del creador de la popular serie Aída, Nacho G. Velilla, se titula Perdiendo el norte, y es un batiburrillo de ideas, que conforme pasan los minutos pierde la gracia y el sentido. Con un casting de jóvenes estrellas apadrinadas por veteranos, y premiados actores, Perdiendo el norte habla de los problemas de emigrar en busca de unas oportunidades que no terminan de existir.
Dos amigos no encuentran trabajo en España y deciden emigran a Alemania, donde aparentemente es un país de oportunidades para jóvenes con carreras y masters. Pero al llegar allí nada es lo que parece y acaban trabajando en un restaurante turco. Paralelamente se dan más situaciones que no voy describir para no ¿chafar? la sorpresa al espectador. Pero ya aviso que todo es un poco de manual, y muy poco original. Tras un arranque con chistes de saldo, muy trillados, la comedia empieza a desvanecerse frente al romance con puntito dramático, y es que la historia de José Sacristán (una generación anterior de emigrantes) es simpática en su presentación, pero un auténtico drama en su conclusión. Perdiendo el norte arranca siendo una critica acida de la fuga de cerebros, para convertirse en una cinta al uso.
Velilla es un director que proviene del televisión y a pesar de “tontear” con el cine, sigue teniendo una dirección muy televisiva. El no contar con un presupuesto voraz también influye en ese acotamiento en la realización, donde el truco se ve venir de lejos. Hay muchas diferencias entre las partes rodadas en Alemania y los insertos rodados en España, para abaratar costes. No consiguen que el espectador se crea del todo que estamos en el país de la Merkel. La cinta también tiene una serie de defectos en el audio que nos hace pensar que han tenido que redoblar algunos pasajes y con la fecha de estreno encima, no han podido pulirlos.
Una cosa que tiene loable la cinta es su interesante reparto. Yon González (El club de los incomprendidos) demuestra que tiene un talento especial para la comedia. Es capaz de estar a la altura de un desaprovechado Julián López (Torrente 5. Operación Eurovegas), que tiene sus momentos, pero reclama más minutos en pantalla. Su momento “secretaria” es impagable. Blanca Suárez (Los amantes pasajeros) vuelve a demostrar que puede con todo, aunque algún chistes más en su boca no hubiera quedado mal. Los veteranos son actores muy curtidos que no desentonan en ningún momento, magnifico José Sacristán (Magical girl) como siempre, y aplaudible Javier Cámara (La vida inesperada). Mención especial para Miki Esparbé (La maniobra de Heimlich), quien da la sorpresa en la cita a pesar de interpretar a «un primo lejano del Luisma” de Aída (enésimo referente de su creador en la cinta).
En resumen, Perdiendo el norte parece el capitulo piloto de una serie de televisión, y no es de extrañar, viniendo de su responsable. Lo mismo ocurría con Fuera de carta, aunque aquí la historia principal no termina de cuajar, hay exceso de historias secundarias, y los chistes no tienen tanta gracia. En fin, una pena.
Lo mejor: Los actores.
Lo peor: La historia pierde mucha fuerza según pasan los minutos .
Puntuación: 3/10
Completamente de acuerdo. Un bodrio.