Llega a nuestras pantallas la sexta entrega (Bumblebee era un spin off) de las aventuras de uno de los juguetes más populares del mundo, los Transformers. Esta saga se ha caracterizado por no llevar un número detrás del título, así que este sexto episodio se titula para la ocasión Transformers: El despertar de las bestias, y podemos afirmar abiertamente que es una precuela de lo visto anteriormente (a excepción el spin off antes citado) pero tiene una estructura narrativa muy similar al original dirigido por Michael Bay (Ambulance. Plan de huida) en 2007. Steven Caple Jr. (Creed II. La leyenda de Rocky) se sienta en la silla de director mientras que Anthony Ramos (En un barrio de Nueva York) y Dominique Fishback (Judas y el mesías negro) son los humanos que tienen que lidiar con los robots y sus problemas de turno.
Tras un prólogo donde se nos presentan a los “Maximals” (son la facción de los transformers que se convierten en bestias) la acción se traslada a 1994 donde una pareja de humanos deberá ayudar a Optimus Prime y los suyos (incluida esta nueva banda de animales) a recuperar un elemento muy importante para salvar su planeta y la tierra. ¿Les suena el argumento? Es prácticamente el mismo de la cinta original con la única diferencias es que aquí el protagonista es latino, la compañera es una chica afroamericana y texto se ha ceñido mucho más a la serie de televisión y los comics. Esto hará que los fans de los muñecos de Hasbro salgan del cine encantados. La historia es fácil y sencilla, y lo bueno es que esta vez no se extiende más allá de 127 minutos incluyendo los créditos.
Steven Caple Jr. no es Michael Bay. Es un director “más pausado”, menos ruidoso, y en líneas generales más soso que el director de La Roca. La mayoría de las escenas no dejan de ser una sucesión de momentos ya visto en las películas anteriores hasta su llegada al clímax que es donde parece que Steven ha venido a lucirse un poco. Apuntaremos que al margen de las bestias, llama mucho la atención la autobot que se transforma en moto y Caple Jr. ha desechado el ruido característico del Transformers a la hora de entrar en escenas de acción. Ahora entrar al ritmo de canciones de típicas de raperos de los años 90.
Ramos tiene un carisma especial que funciona de maravilla. Una pena que sea eclipsado durante gran parte del metraje por los personajes digitales. Y a Fishback le falta algo de chispa para destacar entre tanta voz de robot. Y es que algunos de los Transformers están doblados en su versión original por Ron Perlman (El callejón de las almas perdidas) o Peter Dinklage (Cyrano), este último poniendo voz a uno de los villanos de la función.
En resumen, es un reboot/reinicio de la saga que pretende abrir un nuevo arco argumental y cruzarse con otra franquía conocida. Pero en el fondo no deja ser la misma cinta que hemos visto infinidad de veces. Esta vez son más fieles a los tebeos y al serial televisivo pero para intentar agradar a unos pocos. Para el resto es un entretenimiento algo ajustado.
Lo mejor: Los fans se la van a gozar.
Lo peor: Para el resto de espectadores es una más de la saga.
Puntuación: 5/10