Creed II: La leyenda de Rocky: De padres a hijos

Tras el éxito de Creed. La leyenda de Rocky, que relanzó la saga del púgil de Filadelfia a través de los ojos del hijo de su eterno rival, nos llega la consabida continuación. Con una historia atractiva que contar pero con director bastante limitado, Creed II: La leyenda de Rocky es una interesante secuela pero que dista mucho de la inteligencia de su predecesora. Repiten Michael B. Jordan (Black Panther), Sylvester Stallone (Guardianes de la galaxia Vol. 2), Tessa Thompson (Thor: Ragnarok), y se reincorpora a la saga Dolph Lundgren (¡Ave, César!) como el mítico Ivan Drago.

Dolph Lundgren y Sylvester Stallone en Creed II: La leyenda de Rocky

Dolph Lundgren y Sylvester Stallone en Creed II: La leyenda de Rocky

Creed II: La leyenda de Rocky arranca con Adonis convirtiéndose en el campeón del mundo de boxeo. A partir de ahí, un codicioso promotor le propone defender el título frente a Viktor Drago, hijo del legendario Ivan Drago, quién mató a Apollo Creed (padre de Adonis) de un golpe en el gran combate de 1985. Si bien la trama central no resulta del todo original, es verdad, que se apoya en unas historias secundarias con valores como el honor, la familia, el legado y la amistad. Lo más interesante del guión es ver cómo sobrevivió Ivan Drago a la deshonra y como a criado a su hijo, cómo Rocky sigue siendo un pobre abuelo con batallitas que contar, y cómo Adonis evoluciona como pareja y se enfrenta a su relación con Bianca más en serio. Eso es lo que hace a Creed II: La leyenda de Rocky diferente de su predecesora y que consigue llamar la atención.

Pero es su lado contrario encontramos a Steven Caple Jr., un director al que le queda muy grande esta cinta. Los combates de boxeo están rodados con poco gracia, la escena de entrenamiento parecen antiguas, y el resto está ejecutado sin chispa ninguna. Que tenga que recurrir a la fanfarria original de Bill Conti para intentar conseguir emocionar (no lo consigue, ya voy avisando) al final de la cinta, es un detalle muy sucio y poco sutil. También es responsable del momento más bochornoso de la cinta, donde Tessa Thompson presenta a Michael B. Jordan con una canción antes de subir al ring. Una secuencia mal planificada y peor ejecuta, aparte de no aportar nada narrativamente.

Sylvester Stallone y Michael B. Jordan en Creed II: La leyenda de Rocky

Sylvester Stallone y Michael B. Jordan en Creed II: La leyenda de Rocky

Dolph Lundgren intenta redimirse de toda su filmografía haciendo lo que Stallone hizo en la anterior entrega, pero Lundgren no es un abuelito entrañable, sino un villano renegado que instruye a su hijo para ser un campeón. Y siendo sincero, al actor sueco le funciona en dos momentos clave, la cena con los mandatarios soviéticos y al final de la cinta. El actor sueco es lo más reseñable de un reparto que vuelve a mostrar una química impactante, igual que en el capítulo anterior, y que se nota que está desplazando a Stallone fuera de la franquicia. Cierto es que el actor de Acorralado tiene una trama interesante pero el buen hacer de Jordan y Thompson es capaz de eclipsar esa redención familiar.

En resumen, Creed II: La leyenda de Rocky es una secuela interesante que usando la misma fórmula del resto de la saga intente ser más humana, y en vez de ofrecernos una historia de venganza nos muestra un relato de deshonor y familia muy interesante. Una lastima que la dirección no esta a la altura y es que Ryan Coogler (Fruitvale Station) dejó el pabellón bien alto.

Lo mejor: Sus tramas secundarias.

Lo peor: La dirección de Steven Caple Jr..

Puntuación: 6/10

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