El director James Wan (Maligno) produce, junto a la factoría de terror independiente Blumhouse Productions, M3gan, una versión femenina y actualizada de la emblemática cinta Muñeco diabólico. Gerard Johnstone (Housebound) es el encargado de mover la cámara y Allison Williams (Déjame salir), Violet McGraw (Viuda Negra) y Ronny Chieng (Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos) los encargados de pasarlo mal en este entretenido producto que seguramente se convierta en franquicia.
Tras un accidente de tráfico donde la niña protagonista pierde a sus padres, esta tendrá que irse a vivir con su ocupada tía, que trabaja para una empresa de juguetes sofisticados. Ni que decir tiene que la muñeca más avanzada acabara en casa compartiendo cuarto con la niña huérfana. Esta es la básica premisa de un guión donde la historia se desarrolla con escasas a sorpresas, pero su trasfondo deja un poso bastante interesante. Bajo la sencillez de la historia de M3gan hay una capa que critica la libertad que tiene los niños para acceder a la nueva tecnología, algo que resulta obvio durante el metraje, pero no queda ahí la cosa. También lanza un mensaje bastante interesante sobre aquellas personajes que no quieren o pueden ser madres debido a como se han entregado a su carrera profesional. M3gan es como si estuviéramos viendo un cruce entre el clásico de los años ochenta Baby, tú vales mucho y la penúltima versión de las aventuras de Chucky en Muñeco diabolico (2019).
La dirección de Johnstone es bastante académica. De hecho la cinta se puede considerar más de suspense que de terror al uso. Los sustos se pueden contar con los dedos de una mano y son bastante sencillos. Pero hay un par de momentos que son especialmente mal rolleros. La muñeca y su forma de moverse por el bosque (y todo lo que ocurre en esa secuencia), y la muñeca y la vecina. Son dos escenas que junto con el final (más cercano a una cinta de Marvel que a una de terror) se quedarán grabadas en la retina del espectador. Seguramente, por una decisión comercial la cinta, en cines, carece de sangre. Quizá haya sido por la fecha en la que se ha estrenado o por intentar llegar a la máxima audiencia posible, pues ya se ha anunciado que para el mercado doméstico habrá una versión sin censura.
Williams nos brinda con una interpretación que bien podría ser el spin off de uno de los personajes de las serie que la dio a conocer, Girls. No está mal como heroína de la función. Más repelente e insoportable resulta la pequeña de la función, Violet McGraw, quien estamos deseando que sufra alguna perrería y es que su personaje es una niña malcriada y lo borda. Los chistes de la función, y las mejores caras de circunstancia, son para Chieng, quien en el último acto es quien se lleva los aplausos. Mención especial para la debutante Amie Donald, quien interpreta al cuerpo de la “adorable muñeca”, ya que la voz en su versión original corresponde con la de cantante y actriz Jenna Davis (Vampirina).
En resumen, estamos ante un producto muy divertido y entretenido (que apenas dura 102 minutos), que con un presupuesto irrisorio va dar muchas alegrías a la taquilla mundial y terminará convirtiéndose en franquicia. Bajo la sencilla historia de inteligencia artificial descontrolada se encuentra algo más que da para debate después de su proyección y eso, pocas veces ocurre últimamente. A pesar de sus imperfecciones, su enfoque es todo un acierto.
Lo mejor: Su último acto es tremendamente loco y divertido.
Lo peor: Le falta sangre.
Puntuación: 6/10