Hollywood vuelve a demostrar una vez más que una secuela es mejor idea que apostar por una historia nueva y original. 20 años después de aquel blockbuster llamado Independence Day, nos llega su tardía secuela titulada para la ocasión Independence Day: Contraataque. Tras la cámara el responsable de la primera entrega, Roland Emmerich (Asalto al poder), aunque aquí está más desatado que nunca. Jeff Goldblum (Mortdecai), Bill Pullman (American Ultra) y Brent Spiner (Star Trek: Primer contacto) regresan en esta nueva entrega para dar la alternativa a unos sosos Liam Hemsworth (La modista), Jessie T. Usher (Un equipo legendario) y Maika Monroe (La quinta ola). Como ahora el mercado asiático es un valor a tener en cuenta, la actriz y cantante china Angelababy ha sido reclutada en las filas de esta absurda pero entretenida secuela.
Partiendo del trasfondo de la primera entrega, donde el presidente de EE.UU. lideraba un ataque contra los extraterrestres, donde enviaba a un negro y un judío a jugarse el pescuezo dentro de la nave alienígena, y que es un borracho quien se sacrifica para salvar el mundo, esta claro que esta secuela había que verla con esos mismos ojos para disfrutar de ella. Han pasado 20 años desde que los EE.UU hicieran frente a una invasión alienígena y proclamaran el 4 de julio como el día de la independencia mundial. Es esta realidad alternativa que vivimos, y gracias a la tecnología extraterrestre que se requisó en aquella batalla del 96, el mundo tiene naves espaciales y hasta una base en la luna, que sirve de primera línea de defensa frente a un nuevo ataque alienígena. El caso es que los extraterrestres deciden volver a intentar conquistar nuestro planeta, pero esta vez China e Inglaterra son las zonas más afectadas del primer ataque. China se ha convertido en un gran mercado para la industria del cine, de ahí que se un buen escenario para destruir. Lo de Londres no queda muy claro, pero después de lo del “brexit” seguro que alguna explicación le podemos sacar. La cinta continua en la misma línea que su predecesora pero con un ritmo imparable, y una presidente de los EE.UU. que no tiene miedo en ordenar contraataques (una Hillary Clinton con un toque Donald Trump, que la hace encantadora). La historia sigue avanzando con un señor de la guerra, un chupatintas, y muchos más personajes de por medio. Este es el punto negro de la función. Hay muchos personajes y ninguno de ellos nos interesa nada, y sus tramas mucho menos. Se puede decir que Independence Day: Contraataque es una especie de remake, con alguna idea nueva, del original. Funciona de maravilla pues la película no da tregua al espectador en ningún momento. Luego a la salida ya nos preocuparemos de dar respuesta lógica a muchas cosas de las que ocurren, pero mientras vemos la película solo debemos tratar de pasar un rato divertido. “Vale la pena defenderla” dice un personaje de Independence Day: Contraataque en un momento dado, y con eso nos quedamos, no seguiremos desgranado un argumento que oculta muchas sorpresas y más trasfondo del aquí comentado.
En lo que a explosiones y destrucción se refiere Emmerich esta más comedido en esta secuela que en anteriores productos. Lo que ha sabido enfocar bien es su ritmo, ya que la película no tiene ni un bajón en sus dos horas de duración (25 menos que su predecesora). El director alemán también se ha permitido el lujo de incluir a una pareja homosexual en sus filas, algo impensable en 1996 cuando se estreno el original. Quiza no llegue a resultar tan icónica como su predecesora, pero nos deja grandes momentos para el recuerdo, como esa lancha huyendo de las llamas, o ese autobús escolar en medio del desierto, o ese señor de la guerra con sus dos espadas… momentos tan dantescos como aplaudibles, que solo buscan divertir al respetable. Y atentos al homenaje a Will Smith (La verdad duele), quien se negó a participar en esta secuela, pero Roland no se ha querido olvidar de él.
Como apuntaba en la introducción solo el casting original sabe en que producto esta. Goldblum graciosísimo con esa nueva acompañante que le han colocado, Charlotte Gainsbourg (Samba). Pullman con mirada al infinito constante y su barba de Papa Noel también se gana nuestra simpatía. Pero quien esta de aplauso es Spiner, quien regresa en esta secuela cuando muchos le dábamos por muerto. El más gracioso y apasionado de toda la cinta. De las jóvenes promesas (algunos ya no tanto) apuntaremos únicamente que no tienen carisma y resultan demasiado sosos para una producción de este calibre.
En resumen, Independence Day: Contraataque es un entretenimiento delirante donde nada se debe tomar en serio. Recordamos aquí también que Independence Day tampoco gozó de buenas criticas en el momento de su estreno, pero ahora es un clásico de la ciencia ficción Es un producto veraniego de los que hace una par de décadas poblaban la cartelera, de aquellos que se hacían para entretener al respetable y nada más. Esta secuela supera al original en cuanto a ritmo se refiere. Quizá la renovación de su casting no ha sido acertada pero… ¿qué más da? hay explosiones, chistes malos, y ahora sí, un elemento blanco y puro que salva el planeta.
Lo mejor: Es puro entretenimiento veraniego.
Lo peor: Su soso reparto juvenil.
Puntuación: 7/10