¡Canta!: Quiero ser cantante

El estudio de animación que parió a Los minions nos propone una propuesta refrescante y muy musical con ¡Canta!, una película muy entretenida, con un ritmo imparable, donde los éxitos de ayer, hoy, y siempre no dejan de sonar durante sus algo más 100 minutos de proyección.

La Señorita Crawly y Buster Moon en ¡Canta!

La Señorita Crawly y Buster Moon en ¡Canta!

El koala dueño de un teatro prepara un concurso musical para reflotar la gloria perdida de dicho espacio. Al concurso se presentan lo mejor de cada casa: una elefanta con miedo escénico, un ratón truhan, un gorila hijo de un ladrón, una cerda ama de casa estresada, y una cornuda puercoespín. Todos ellos descubrían gracias al concurso que hay mucha música más allá de sus “tristes” vidas. Este básicamente el argumento de ¡Canta!, un guion que empieza de una manera, tiene un giro incompresible, y se convierte en una cinta muy coral. La historia funciona (y no reparamos en los fallos), gracias a un ritmo que no tregua al espectador. Pero seguro que más de uno se parará a pensar los días posteriores a su visionado, en el porqué de la importancia de trama del dinero del concurso, cuando finalmente es una película de personajes. Pero como se trata de entretener a los más pequeños, y no faltar a la inteligencia de los adultos, el producto funciona y se deja ver.

Sorprende que en la dirección nos encontremos con todo un novato, Christophe Lourdelet, que ha participado en la animación de Gru 2. Mi villano favorito o ¡Piratas!, y a un director que proviene de la comedia inglesa Garth Jennings (Guía del autoestopista galáctico), quien también firma el guion. Ambos directores “han mamado” muchos programas musicales del tipo de La voz (en España) o Factor X (en Estados Unidos e Inglaterra), pues hay momentos (y números musicales) que calcan la puesta en escena de dicho programas o sucedáneos. Atentos a la primera aparición de cada uno de los personajes en un montaje paralelo, a la actuación de la cerda en el supermercado, y el imponte numero musical final, tres momentos que recodaremos al salir de la sala durante muchos días. Estos directores también han conseguido que prácticamente no haya en la cinta ningún tiempo muerto y que no deje de sonar música. Algo más de 65 canciones llegamos a contar durante el rodillo final de créditos. Canciones para conectar con todas las audiencias, desde el clásico My way de Frank Sinatra hasta el actual Call Me Maybe de Carly Rae Jepsen, y sin olvidarnos del tema original de la cinta Faith de Stevie Wonder y Ariana Grande.

Rosita en ¡Canta!

Rosita en ¡Canta!

Otro factor reseñable es el adorable diseño de personajes. Si bien el koala protagonista resulta entrañable y achuchable, quien se lleva todos los aplausos es la iguana que responde al nombre de la Señorita Crawly, que tiene un ojo de cristal que protagoniza los momentos más graciosos de la cinta. Crawley esta doblado en la versión en castellano por Paco León (Kiki, el amor se hace), un gran acierto, ya que el actor y director sevillano pone una voz femenina casi irreconocible. Santi Millán (Ted 2), un habitual del cine del estudio Universal, pone la voz al pícaro ratón, y la longeva Concha Velasco (Velvet) dobla imponentemente a una diva del mundo musical.

En resumen, ¡Canta! es un producto entretenido y divertido con una estupenda factura técnica. Tiene unos personajes adorable que harán las delicias de los más pequeños de la casa, y los adultos pasarán un rato divertido. Si rebuscamos en el guion hay un cambio radical en la historia, pero como sigue funcionando, y tiene un “tempo” imparable, no reparamos en ello hasta salir de la sala.

Lo mejor: Su ritmo y el personaje de la Señorita Crawly.

Lo peor: Que la trama que plantea se diluye frente a una película coral.

Puntuación: 6/10

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