Anunciado como el capítulo final (ojalá que no sea así) nos llega The Equalizer 3, nueva entrega de las aventuras del ex agente del gobierno que ha decido emplear su jubilación en ayudar al prójimo. Denzel Washington (Pequeños detalles) vuelve a encarnar a este personaje creado para la televisión por Michael Sloan y Richard Lidheim en los años ochenta y que recientemente ha tenido un remake, también para televisión, donde el personaje principal ahora es una mujer interpretada por Queen Latifah (Garra). Antoine Fuqua (Hacia la libertad) vuelve a ponerse tras la cámara y Dakota Fanning (Érase una vez en… Hollywood) se incorpora a la plantilla de esta saga que cuenta con un publico bastante fiel.
Tras solucionar un asunto por Sicilia, nuestro protector favorito se queda atrapado, por motivos que nos vamos a revelar, en un precioso pueblo pesquero de Italia. Allí la camorra italiana tiene al pueblo atemorizado. Y por supuesto, Denzel no se va a quedar parado. El guión tiene una estructura similar a las dos entregas anteriores, es decir, prólogo (secuencia de acción que justifica a nuestro héroe cerca de lugar), presentación (la nueva aventura, los nuevos personajes…), desarrollo (Denzel toma conciencia del problema y comienza a moverse) y conclusión (Denzel “On Fire”). Un guion es divertido, aunque con una secuencia final de cierre un poco sonrojante, es muy efectivo, en especial, para el gran publico. La pena es que se antoja como capitulo final. Un par de elementos así lo denotan, aunque, quizá, si la taquilla es estupenda, en un par de años podamos ver otra aventura.
Fuqua es un director consagrado, un artesano, y una vez más nos brinda unas estupendas escenas acción, intercaladas con conversaciones, paseos y bellas postales del entrañable pueblo italiano. Tampoco se olvida de su plano secuencia “macarro artístico”, esta vez lo encontramos en la secuencia con la que se abre la película. Pero sin lugar a dudas por lo que será recordada esta secuela es por su nivel cafre y violento. Las secuencias de acción duelen y salpican. Olvidaros de las coreografías y balazos de la saga John Wick y sucedáneos, aquí los golpes, los palos, las caídas y los tiros duelen hasta en la butaca más cómoda.
Tras Fuqua el otro motor indispensable de esta saga es Denzel. El actor afroamericano ha nacido para interpretar a este protector imparable pero sereno y constate. Sus momentos paseando por el pueblo, subiendo y bajando escaleras, con garrota incluida, son iguales de emocionantes que cuando reparte estopa, y es que Denzel es uno de los mejores actores de su generación, y aunque sea un papel menor, o más comercial, lo sigue bordando. The Equalizer 3 añade algo de morbo a la ecuación al incluir en el reparto a la niña, ya adulta, que Washington protegió en la obra magna del cine de venganzas El fuego de la venganza, Dakota Fanning. Sus cara a cara son impagables. Lástima que no se la vea tan a menudo en cine, pues sigue manteniendo la misma carisma que tenida de pequeña.
En resumen, The Equalizer 3 es un producto ameno y divertido que no pretende otra cosa. El personaje de Denzel ya ha evolucionado a un extremo tan divertido como el de Charles Bronson en la inmortal saga de Yo soy la justicia. La saga parece que ha empezado a ajustar el tiempo, es la que menos dura de las tres entregas, y es la que mejor aprovecha las pausas explicativas. Una pena, que una vez que han ajustado el producto tan estupendamente hayan decidido poner punto y final. Esperemos que arrase en la taquilla mundial y recapaciten de esta decisión.
Lo mejor: El dolor que trasmiten sus secuencias de acción y Denzel “On Fire”.
Lo peor: Que aparentemente este es el capítulo final de la saga.
Puntuación: 7/10