La franquicia de Terminator tendría que haberse quedado únicamente con las dos primeras entregas. Eso es así. Intentaron devolverla a la vida con Terminator 3: La rebelión de las máquinas y Terminator Salvation (que por fin enseñaba la guerra). Pero también fueron vapuleadas (La rebelión de las máquinas era una aberración desde su concepción). Ahora, seis años después de Terminator Salvation llega el nuevo intento de devolver a la vida a la franquicia, Terminator Génesis ¿Lo habrá conseguido? No. Rotundamente no. Terminator Génesis es una aberración, es lo opuesto al entretenimiento y te cabrea a medida que avanza la acción de la cinta. Hubo unos minutos en los que tenía alguna esperanza en ella, pero después de esfumaron como han hecho con toda la mitología de Terminator.
Emilia Clarke y Jai Courtney en Terminator Génesis
Terminator Génesis vuelva a empezar, por vigésima vez, con la voz de off de un personaje contando de nuevo la lucha contra las máquinas, la lucha de John Connor y el envío al pasado de Kyle Reese. Otra vez. Después de estas presentaciones volvemos otra vez a la misma situación de enviar a Kyle al pasado para que salve a Sarah Connor. Pero cuidado. Que el pasado al que es enviado Kyle es otro diferente donde una guerrera Sarah Connor no solo no esta indefensa sino que cuenta con un Terminator que la protege desde que tenía siete años y fueron a matarla. Ahora esa línea temporal es otra. Y aquí el cerebro explota. Ahora es Kyle quien es salvado de T-1000 y de todo lo que haya. Vamos que han cogido lo mejor de Regreso al futuro II y le han metido Terminators.
Después de asimilar todo este enjambre de ideas mal desarrolladas y peor ejecutadas, la película esconde otra sorpresa: las conversaciones filosóficas y explicativas sin sentido. Ya después de la primera conversación entre Kyle y John te intuyes algo de por donde van a ir los diálogos. Pero es que después de cada escena de acción (todas ellas actualizando las ya vistas en las demás Terminators, inclusive ya vimos también helicópteros…) se pasan a la conversación, encima conversaciones vacías sobre el futuro y su yo interior, y te quiero, pero no puedo tener a ese hijo, pero mira tengo tu foto aquí…conversaciones trascendentales. Y yo a este tipo de cine no le pido grandes cosas, pero algo de movimiento si. Y lo peor de todo, aburre.
Arnold Schwarzenegger en Terminator Génesis
Terminator Génesis aburre mucho. Ni los personajes, ni las escenas de acción, ni “el giro destripado en todos los tráilers” hacen que la película levante el vuelo. Y ya por no hablar de los momentos de vergüenza ajena (lo de la canción de Bad Boys, de Inner Circle, es para levantarte e irte). Y es que la película no hay por donde cogerla. Salvar se salvan los efectos especiales, que realmente lucen de maravilla sobre todo en el villano de la cinta. Porque los Terminators de toda la vida no tiene mucho más. De los actores, bueno, el gran Arnold Schwarzenegger (Los mercenarios 3) es el rey de la función. Sus momentos son impresionantes y de aplauso. Premio a la mejor sonrisa. Jai Courtney (La serie Divergente: Insurgente) y Emilia Clarke (Juego de Tronos) están correctos, sin mucho más, suplir a Linda Hamilton (Un pueblo llamado Dante’s Peak) es complicado. Aparece J.K. Simmons (Whiplash), pero vamos, visto y no visto.
Terminator Génesis es de esas películas innecesarias que se hacen por dinero. No creo que intentar resucitar la franquicia tenga mucho sentido si no ha funcionado anteriormente. Terminator y Terminator 2: El juicio final son joyas de la ciencia ficción, esta no creo que sea capaz de recordarla después de veinticuatro horas. Una película muy mala que cabrea. Y lo peor es que parece que habrá continuación…¡Hasta la vista, baby, y no vuelvas!
Lo mejor: Arnold Schwarzenegger.
Lo peor: El laberinto argumental…y que aburre mucho.
Puntuación: 2/10
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