En 2005 Vince Vaughn (Separados) y Owen Wilson (Carta blanca) formaron pareja cómica en De boda un boda, una comedia grosera que arraso en los Estados Unidos, pero que fuera de allí no funciono como se esperaba. Ambos regresan ahora con Los becarios, una comedia más familiar que pretende agradar a todos los públicos. Shawn Levy (Acero puro) dirige un guión basada en una historia del propio Vaughn.
Dos amigos, comerciales de relojería, son despedidos debida a la crisis que atormenta a todo el planeta. Al ser unos cuarentones que no tiene donde caerse muertos, deciden inscribirse en el programa veraniego que organiza la empresa informática Google para buscar a los talentos que formaran parte de la empresa en un futuro cercano. Ni que decir tiene que estos dos dinosaurios, curtidos en el cara a cara con el público, deberán aliarse con los perdedores de la clase para superar el curso. Un que la premisa suene muy actual el tema de la cinta recuerda mucho al de innumerables cintas de los años ochenta como La revancha de los novatos o Regreso a la escuela. No quiere decir que se parezcan a ellas pero el mensaje es el mismo. Un mensaje que el propio personaje de Vaughn no deja de repetir en la cinta usando como referencia otra cinta de los ochenta, Flashdance. No es una historia nueva, pero los chistes son bastante graciosos, y a pesar de sus casi dos horas de duración, la película se dirigiera perfectamente. Sin duda la cinta cuenta con muchos chistes de confrontación generacional que harán las delicias de los más adultas de la sala, atentos al del los X-Men, y de los más jóvenes, ese guiño a la saga Harry Potter, es todo “un puntazo”.
La cámara de Shawn Levy pasa casi inadvertida en una cinta donde lo que premia es poder ver la empresa Google por dentro y como funciona. Levy nos muestra todos los rincones de dicha empresa, y algunos de ellos resultan increíbles. Aquellos que Levy muestra más por encima son quizá los que más sorprendan, como la tintorería que la misma empresa tiene para los propios empleados. Sin duda, el poder conocer las instalaciones, en San Francisco, de la herramienta que casi todos usamos a diario al abrir nuestro ordenador, es un valor añadido con el que de primeras no se cuenta al entrar en la sala.
El principal reclamo de Los becarios son sus protagonistas Vaughn y Wilson, quienes tienen los mejore chistes de la función, en especial el primero. El segundo se le relega más a la parte romántica, donde también encontramos a Rose Byrne (Troya), muy correcta y muy diferente de los papeles a los que nos tiene acostumbrados. El villano de la cinta es Max Minghella (Ágora), hijo del difunto director Anthony Minghella (El paciente ingles), quien con su interpretación consigue su cometida resultar bastante desagradable. Este personaje es un arquetipo muy ochentón, con una filosofía de ganar de cualquier manera y pisando al que sea. La cinta también cuenta con dos cameos de lujo, que nos desvelaremos, pero que si son fans de estos dos actores, uno de ellos lo adivinaran antes de entrar en la sala. Ambos momentos contienen chistes muy graciosos y el que se narra en una tienda de colchones es de lo más desternillante.
En resumen, Los becarios es una comedia simpática que solo pretende entretener, y viniendo de un director como Shawn Levy, esta claro que lo políticamente incorrecto esta fuera de lugar, lo que interesa es meter al mayor numero de espectadores en la sala. La historia no es nueva, pero que este enmarcada en un lugar como Google la hace muy interesante.
Lo mejor: Vaughn y Wilson. El cameo de… en la tienda de colchones. Poder ver las oficinas de Google.
Lo peor: Echamos de menos algunos chistes más subidos de tono o un poco de humor grosero.
Puntuación: 7/10
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