Imagínense que estamos en los años sesenta y se estrena Tú a Boston y yo a California, una cinta familiar de la factoría Disney, muy entretenida y muy limpia, es decir, apartada de chistes soeces o bromas de mal gusto. Pues bien, en pleno 2014 llega una cinta de mismo corte y confección llamada Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso, la diferencia con aquella es que los niños de ahora ya están de vuelta de todo y esto, a lo mejor, se les queda algo soso.
Basada en un relato corto de Judith Viorst, Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso cuenta la historia de cómo a un chico que todo le sale mal a diario, la víspera de su cumpleaños pide un deseo y este se hace realidad a la mañana siguiente. El deseo en cuestión es que todos los que le rodean vivan un día como los que el vive normalmente. Y así es como esta el lio montado. La premisa es muy similar a la de clásico Solo en casa, pero sin quedarse solo sin su familia y con la clara diferencia de que en esta los chistes son más de estar por casa, es decir, no hay caídas estrambóticas, ni patas en los huevos, aquí es humor muy limpio. Lo mismo ocurre con el mensaje, que aquí queda demasiado obvio con tanta justificación del protagonista.
El prestigioso director independiente, curtido en la televisión, Miguel Arteta (The Good Girl) hereda un proyecto que encaja más con el perfil del productor de la cinta, Shawn Levy (Los becarios). Arteta cumple en su faceta sin necesidad de esforzarse mucho, y es que la estructura narrativa es tan televisiva, que no ha necesitado esmerarse mucho para que le quedará un producto simpático.
Lo más destacable de esta comedia familiar es el niño protagonista, el poco conocido Ed Oxenbould, quien consigue desde el primer instante que enfaticemos con él y hagamos de tripas corazón frente a la que se le avecina. Oxenbould esta correctamente apadrinado por Steve Carell (Crazy, Stupid, Love.) y Jennifer Garner (La extraña vida de Timothy Green) que interpretan a los padres, que no le eclipsan en ningún momento. Mención especial se merecen Dylan Minnette (Prisioneros) y Bella Thorne (Juntos y revueltos) que interpretan al hermano mayor y a su novia. Ambos cumplen muy bien con sus facetas de panoli/pagafantas e interesada/odiosa.
Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso no aburre pero una vez vista se olvida fácilmente a las pocas horas sin dejar un simple poso en nuestra cabeza. No llega a durar 90 minutos por lo que en ningún momento se hace pesada, pero quizá sea demasiado “light” para los tiempo que corren.
Lo mejor: Ed Oxenbould.
Lo peor: No aporta nada.
Puntuación: 5/10
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