Justamente un año después de la primera entrega nos llega el siguiente capitulo de la saga El corredor del laberinto, subtitulado para la ocasión Las pruebas. Esta secuela es más de lo mismo, pero ahora con más localizaciones. Tras la cámara encontramos al director de la primera entrega Wes Ball y delante de ella, a los supervivientes de la primera entrega, y un montón de secundarios con nombre para dar un poquito de caché a esta secuela.
El corredor del laberinto: Las pruebas arranca justo donde acabo El corredor del laberinto. Esta nueva aventura parece el desarrollo de una historia en tres actos, pero aun así, comete el mismo error de la primera entrega: no revelar nada, y lo poco que se desvela es en los minutos finales. Los supervivientes de la primera entrega han sido trasladados a una zona segura y estan custodiados por una gente que parece controlar la situación. Pero algo no termina de convencer a nuestros protagonistas, y tras descubrir los oscuros planes de sus anfitriones deciden huir por el desierto en busca de una explicación a todo lo que esta ocurriendo. El argumento continua la saga literaria de James Dashner, aunque aquí también se han cogido elementos del tercer libro para rellenar ciertos tramos de la cinta. La historia entretiene un poquito más que la primera entrega, pero tampoco sorprende. Otro defecto que tiene esta secuela es que al carecer de un resumen previo, obliga al espectador a revisar el capitulo anterior previamente.
Wes Ball da un pequeño paso en la dirección y nos mantiene entretenidos con algún que otro homenaje al maestro Spielberg y su jurásica saga. Hay un momento en que unos personajes se esconden de una amenaza y esta aparece tras una puerta de la misma manera que los velociraptores en Parque jurásico. Igualmente un personaje se queda atrapado sobre un cristal al más puro estilo El mundo perdido. Tambien tiene otro momento digno de admirar que recuerda un poco a las carreras que se daban los personajes por el prado en la primera entrega, pero ahora dentro de un centro comercial y huyendo de… lo dejaremos ahí para que sean sorprendidos. Ball parece que esta creciendo con la saga. Esperemos que la productora decida no dividir la conclusión en dos partes y se pueda contar con este director. Ball se ha negado a tomar las riendas del proyecto si este se divide en dos, alegando que la primera cinta era la presentación, esta el desarrollo, y la siguiente la conclusión.
En cuanto al reparto estamos igual que en la primera entrega. Los muchachos dan bien en cámara pero poco más. Dylan O’Brien (Los becarios) no termina de convencer como héroe de la trama, Kaya Scodelario (Skins) reclama más presencia, pues aquí aparece igual o menos que en la anterior cinta, y Thomas Brodie-Sangster (Juego de tronos) resulta de lo más interesante del elenco joven. En esta secuela se han añadido actores secundarios con nombre como Lili Taylor (Expediente Warren), Giancarlo Esposito (Breaking Bad) o Barry Pepper (El llanero solitario) para añadir algo de pedigrí al asunto, pero están bastante desaprovechados, especialmente la primera.
En resumen, El corredor del laberinto: Las pruebas es una secuela al uso. Los fans de la saga la disfrutarán más que el resto, y los no fans se entretendrán pero es muy posible que a los pocos días la hayan olvidado. Esperemos que hagan caso al director y no nos obliguen a pasar dos veces por taquilla para saber que pasa al final con este culebrón juvenil.
Lo mejor: La carrera en el centro comercial.
Lo peor: Obliga a ver la primera entrega para poder enterarte de lo que ocurre en esta secuela.
Puntuación: 4/10