Joven y bonita: : Y con más vicio que una garrota

Una año después de la interesante En la casa, François Ozon nos trae su nueva propuesta, Joven y bonita, una mirada diferente sobre la adolescencia y “sus pájaros”, que en este caso se centra en la prostitución a tan tierna edad. Brilla con luz propia la actriz francesa Marine Vacth (Lo que el día debe a la noche).

Marine Vacth y Johan Leysen en Joven y bonita

Marine Vacth y Johan Leysen en Joven y bonita

Tras perder la virginidad con un alemán durante las vacaciones de verano, la joven y estudiante Isabelle (Marine Vacth) decide convertirse en prostituta sin una razón especifica. Joven y bonita no es un relato duro u oscuro sobre la prostitución juvenil, es una cinta bastante limpia donde el espectador hace un recorrido con un personaje que esta perdido a tan tierna edad. En ningún momento se nos da una razón por la que esta chica decide entrar en este mundo. No tiene problemas económicos, ni de cariño, ni de estudios… es aquí donde el espectador ha de tomar la primera decisión. El que escribe estas líneas opina que es por vicio, pero como apuntó anteriormente es la conciencia de cada uno quien debe decidirlo, al igual que ocurre con su interesante final. Son 90 minutos que pasan como un suspiro.

François Ozon (8 mujeres) mueve la cámara muy discretamente, casi de manera documental. No pretende emocionar, ni tampoco denunciar, con esta historia, sino contar una historia diferente sobre la adolescencia. La realización de la cinta apenas tiene planos muy cortos o cerrados, síntoma de que quiere que veamos la historia desde fuera y no nos posicionemos con el personaje principal. En algunos momentos, al salir del metro y al entrar en el hotel, es cuando más observamos que Ozon quiere que acompañemos a la protagonista en la historia como un espectador y no metiéndonos en la piel de ella. Los momentos sexuales no son tórridos, sino lejanos, ni pretende generar morbo sino simplemente que sepamos que esta ocurriendo.

Marine Vacth en Joven y bonita

Marine Vacth en Joven y bonita

La selección musical esta en completa sintonía con la cinta. El uso de canciones de Françoise Hardy en cada una de las estaciones del año solo acentúan esa imagen de solitaria que es nuestra protagonista. Mención especial para la incursión del tema Midnight City de M83 en una fiesta donde la protagonista anda sola por la pista hacia un balcón, sin duda una muy buena elección muy acorde con ese momento.

Como apuntábamos en la introducción Marine Vacth es la estrella de esta función. Es capaz de trasmitir esa sensación de no saber muy bien que hacer con tu vida a esa edad. Incluso en los momentos que parece que el personaje ha tomado un decisión, su rostro sigue albergando dudas en el espectador.

En resumen, Joven y bonita parece la típica cinta para intelectuales cinematográficos pero que puede ser degustada sin ningún problema por un publico más de palomitas. No pretende reflexionar sobre el tema, sino dar una alternativa diferente a lo que suele relatarse sobre los problemas de la juventud.

Lo mejor: La libertad que da al espectador de elegir el porqué de la historia y su desenlace.

Lo peor: Que el publico general no le de una oportunidad.

Puntuación: 8/10

Ficha artística y técnica

Francia. Título original: Jeune & jolie. Título internacional: Young & beautiful. Dirección y guion: François Ozon. Interpretes: Marine Vacth (Isabelle), Géraldine Pailhas (Sylvie), Frédéric Pierrot (Patrick), Fantin Ravat (Victor). Producción: Eric Altmayer y Nicolas Altmayer. Música: Philippe Rombi. Fotografía: Pascal Marti. Montaje: Laure Gardette. Diseño de producción: Katia Wyszkop. Vestuario: Pascaline Chavanne.

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