Las cartas de amor al Hollywood clásico son una constante en la televisión y el cine, en especial por parte de esos directores consagrados que quieren rendirle el tributo que se merece al arte que aman. El año pasado tuvimos Érase una vez… en Hollywood, de Quentin Tarantino, como esa película que le rendía tributo al arte de hacer cine en todos sus ámbitos, y también contaba uno de los hecho más salvajes como fue la historia de Charles Manson y Sharon Tate. Sin buscar un hecho tan salvaje, Ryan Murphy ha querido en Hollywood darle al cine su carta de amor. Pero más que una carta de amor es una carta que se escribe en los hechos más “desconocidos” del Hollywood clásico. Ryan Murphy ha cogido todo aquello que mueve una película, le ha puesto un conflicto y lo ha desarrollado. Es cierto que en muchos momentos puede caer el cliché o en lo tópico de muchas de la situaciones o forzarlas para criticar aquello que quiere criticar, pero está tan bien escrita que los minutos pasan y cuando te quieres dar cuenta estás tan dentro de la trama, estás tan interesado en los personajes y en sus historias que todo lo perdonas. Posiblemente Hollywood sea de lo mejor que ha escrito Ryan Murphy, junto a Ian Brennan, ya que ha sabido contenerse en ciertos momentos donde en muchas series vemos a un Ryan Murphy desatado en lo excéntrico. Hollywood tiene sus excentricidades, pero es un relato sobre el Hollywood del star system ¿Y cuando no se ponía excéntrico esa época?
Pero lo que más llama la atención es que Hollywood no pretende ser una oda maravillosa al Hollywood clásico, sino que se va a centrar en aquellos pasajes que se ocultaban o que no se quieren que se sepan. No se engaña a nadie cuando se dice que la industria del cine era, y lo sigue siendo, una industria donde importaba más tu aspecto físico que el talento que tenías, importaba más quien tenías a tu lado que el haber sudado sangre para conseguir tu sueño e importaba también tu color de piel o tu orientación sexual. Todos estos temas los tratan Murphy y Brennan en Hollywood. Si, todos. Pues al final Hollywood quiere ser una serie que relate todos esos bajos fondos que parece que todos quieren hacer oídos sordos y hacer como que no han pasado nunca. Hollywood se movió entre litros de alcohol y ristras de cocaína. Entre felaciones y prostitución. Entre intentar dejar mal a tu compañero por conseguir ese papel que tanto ansiabas e intentar aparentar todo aquello que no eras. Ryan Murphy e Ian Brennan han sabido dotar de personalidad al relato completo, no dejando nada en el tintero y haciendo de verdad una carta de amor a Hollywood, al Hollywood oculto, aquel que no se ve casi nunca en las películas que quieren reflejarlo. Y esa personalidad la dotan también a cada uno de sus personajes.
Se pueden decir muchas cosas sobre Ryan Murphy, sobre como elabora las tramas o como levanta interés en algo, pero nunca se puede decir que no sabe escribir personajes. Una de las cosas que diferencian a Murphy del resto es el cariño que tiene por sus personajes. Todos y cada uno de ellos tienen un objetivo en la serie, tienen una misión o tienen algo que hace que te llamen la atención. Hollywood no se queda corto, pues tiene entre sus personajes a muchos reales con otros invitados a la función. Así, podremos oír nombres como Rock Hudson, Vivien Leigh, Anna May Wong o el agente Henry Willson, y por otro lado aquellos personajes que representan a personas reales, pero con otro nombre o que intentar ser una critica a quienes estaban al mando. Todos ellos interpretados por actores que están despuntando ahora con otros ya consagrados. Tampoco faltan aquellos cameos a los que nos tiene acostumbrados Ryan Murphy. Así, podemos encontrar a gente de la talla de Rob Reiner, Mira Sorvino, Dylan McDermott o Holland Taylor. Todos ellos de manera excepcional dando vida y alma a los personajes. Pero, sin duda, uno de los mejores dentro de todo esto es Jim Parsons dando vida a Henry Willson. Hay un momento en el último episodio en donde las miradas lo son todo, y lo que hace Parsons está al alcance de pocos. También destacan Samara Weaving (Noche de bodas), Jeremy Pope (The ranger), Patti Lupone (Last christmas) o Laura Harrier (Inflitrados en KKKlan).
Si es cierto que hay momentos de la trama que se pueden omitir perfectamente para comprender la psicología de los personajes o el porque hacen ciertas acciones, pero estas tan metido en el mundo hollywoodiense que te quiere contar Murphy que te da igual que el capítulo dure 50 minutos o una hora. Da igual. La forma de narrar esta historia es tan perfecta que da miedo. Siempre digo una cosa: Cuando una serie está bien escrita los capítulos pasan volando, como la serie tenga problemas, se va a hacer eterno aguantar hasta el final. Puede que hay otras cosas que haya hecho Murphy que estén mejores escritas, pero creo que Hollywood está en lo más alto. Toca todos los temas que podrían darse en ese Hollywood que dibuja, da una bofetada a la industria y enseña que tanto glamour y fachada tiene detrás cierta oscuridad. Creo que Hollywood es una serie que debe se vista por todo lo que relata, pero también por el mensaje final que lanza sobre no dejar que tu orientación sexual, tu color de piel o tu forma de ser se arruinen tu sueño. Lucha e intentar cambiar algo, porque se puede, aunque creas que no. Ryan Murphy lo ha hecho y le ha quedado una serie de sobresaliente. Y con personalidad.