Halloween: El final: Vidas cruzadas

Ya está aquí el capítulo final de esta nueva trilogía (conocida por algunos como H40) sobre el emblemático asesino Michael Myers. Trilogía nacida directamente del original (han obviado todas las secuelas y el remake junto con su continuación), Halloween: El final cierra el arco argumental propuesto en La noche de Halloween (2018) y su continuación Halloween Kills. Esta nueva entrega propone un ¿cierre? a la historia a través de un argumento que se aleja bastante de lo que esta saga suele ofrecer. Regresa, para la batalla final, la inmortal Jamie Lee Curtis (Todo a la vez en todas partes) y Andi Matichak (Foxhole). Se incorpora como figura destacada Rohan Campbell (Un lugar para soñar).

Tras un prólogo muy interesante, que se narra paralelamente a los hechos ocurridos en las dos anteriores entregas, y tras un breve resumen de los acontecimientos de aquellas, Halloween: El final arranca 4 años después de la fatídica noche de difuntos. Laurie (Curtis) esta escribiendo un libro sobre su experiencia y el significado del mal, su nieta (Matichak) trabaja en un hospital e intenta olvidar lo sucedido hacer 4 años. Pero en sus vidas se cruza Corey (Campbell), un muchacho con un oscuro pasado que sufre bullying en tan “entrañable” pueblo. Y por supuesto, en la noche de Halloween volverá aparecer Michael Myers. Al igual que la anterior entrega, este Halloween: El final ofrece una mirada diferente al universo creado por John Carpenter hace más de cuatro décadas. Es un soplo de aire fresco en tal longeva saga pero no es novedoso, pues en cierta manera, y salvando las distancias, puede recordar a Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy. Esta nueva entrega vuelve a correr el riesgo de ofrecer algo diferente y no la misma historia de siempre. Y a pesar de que aparentemente todo quede cerrado en esta trilogía, la historia se puede abrir si el público lo reclama.

Tras la cámara repite David Gordon Green (Joe), que vuelve a repetir fórmula, aunque en esta entrega le notamos un poco más descafeinado en anteriores. Hay sangre, pero no tanta como se esperaba para un capítulo final. Eso sí, nos deja un par de buenas “set pieces” como la del DJ o el clímax final. Este último es violento pero se puede tildar de fácil y sencillo, pues sin revelar nada, parece que no ha sido tan difícil como otra veces acabar con “la historia”. El intentar convertir las imágenes posteriores al clímax en algo épico, no le ha quedado bien del todo, e incluso puede resultar un poco sonrojante.

Curtis, quien ya ha anunciado que esta es su última participación en la saga, vuelve a ser el reclamo de esta nueva entrega donde al igual que en el anterior episodio deja el protagonismo a la rutinaria Matichak y al sorprendente Campbell. Curtis es la reina en el tercer acto pero se puede decir que gran parte del peso de la película recae en Campbell, a quien desde el principio le cogemos cierto cariño, ya que es el nuevo “juguete roto” de esta entrega.

En resumen, Halloween: El final completa esta nueva trilogía ofreciendo una mirada diferente y reflexionando en el mal y sus orígenes. Gustará a algunos y desagradará a muchos, pues una vez más Gordon Green se ha salido de la típica cacería nocturna y ofrece algo diferente. Quizá no pase a la historia como una de las grandes trilogías del cine de terror, pero si de las rentables ya que sus presupuestos rondan los 20 millones de dólares y solo en USA, las dos primeras han amansada más de 100 cada una.

Lo mejor: El prólogo.

Lo peor: Will Patton (La Purga: Infinita) en el supermercado comprando carne.

Puntuación: 5/10