El tema de los maltratos y de sus respectivas visiones es un argumento del pasado, un trama de principios de siglo. Ahora llega a nuestras pantallas La por (El miedo), una cinta que nos muestra el maltrato familiar desde el punto de vista de un adolescente. La cinta, de corte independiente, no sorprende, tampoco aburre, simplemente cuenta un caso más de mortificaciones y silencios.
El argumento de La por (El miedo), sacado de la novela M de Lolita Bosch, se puede resumir como el retrato de un familia donde el padre maltrata a la madre y los hijo se sienten impotentes al no hacer nada. La visión que se nos da es desde el hijo mayor, que esta en el instituto, y donde parece que solo le importa su familia. La cinta intenta ser bastante realista y nos sitúa en el ámbito familiar de una familia modesta. Esta bien planteado pero no resulta interesante pues parece un documental donde todo transcurre con un guión muy visto, poco sorprendente. Cuando la acción se traslada al instituto y se plantea lo del cromosoma que nos hace parecernos a nuestros padres, la cinta parece que va dar un vuelco y va contar algo diferente, pero no, era una simple cortina de humo para despertar a los espectadores que ya estaban cogiendo la posición de siesta.
Silencio es el arma principal que ha usado el director Jordi Cadena (Elisa K) para la puesta en escena de La por (El miedo). Cadena se pierde en un mundo que el mismo crea más cercano a la realización de Paranormal activity que a la de un drama. Pretende aterrorizarnos con una historia contada casi en off como ocurría con la cinta de Oren Peli, y le ocurre lo mismo, solo logra impactar con el final, una final que no sorprende ya que se ha dedicado a anunciar mediante insertos en blanco y negro que nos plantean lo que va a suceder al final del metraje.
El reparto también es bastante parco, con tan solo 4 interpretes esta montada la cinta. Mucho merito. La caras conocidas son, al menos en TV, Ramón Madaula (Isabel) que interpreta al padre e Igor Szpakowski (Pulseras rojas). Los papeles de la madre y la hija ha recaído sobre Roser Camí y Alícia Falcó, respectivamente. La primera es poco conocida y la segunda debuta con esta cinta. No podemos ponerle reparos al reparto pues son bastante planos, no transmiten nada, pero me imagino que en el guión y el libro también estaba descrito así. Sus interpretaciones se acercan más al documental que al genero dramático.
En resumen, en plena época de El Bola o Te doy mis ojos, hubiera sido posible que La por (El miedo) tuviera un hueco, a pesar de su aburrida dirección. Pero en los tiempos que corren esto esta cinta es carne de sobremesa tras haber visto cosas mucho más impactantes en el telediario.
Lo mejor: Su duración, 72 minutos.
Lo peor: Que siguen contándonos historias que ya no interesan.
Puntuación: 2/10