Jungle Cruise: En busca de las lágrimas de la luna

Como ya ocurrió con la saga Piratas del Caribe, Disney ha vuelto a confiar en una de las atracciones más concurridas de sus parques para elaborar una nueva película (que si la taquilla responde se convertirá en otra franquicia cinematográfica). Jungle Cruise se basa en la atracción del mismo nombre donde la gracia radica en un crucero por el Amazonas en un barco de vapor donde vemos desde animales exóticos hasta caníbales. La película coge este concepto y le da un giro para atrapar al espectador durante algo más de dos horas. Dirige el director español afincado en USA desde hace más de una década Jaume Collet-Serra (El pasajero) y está protagonizada por Dwayne Johnson (Jumanji: Siguiente nivel) y Emily Blunt (Un lugar tranquilo 2).

La historia es muy sencilla (aparentemente). Una doctora y el capitán de un barco de vapor se “embarcan” en una aventura por el Amazonas en busca de las lágrimas de la luna. Ella es una aventurera y el un pícaro chistoso, lo que dará lugar a miles de encontronazos divertidos. Esta es básicamente la premisa de Jungle Cruise. La historia de Jungle Cruise tiene muchos puntos en común con la primera entrega de Piratas del Caribe, pero no desarrollaremos más para no revelar partes claves de la cinta. Apuntaba que es sencilla “aparentemente”, pues la manía de hacer el guión más sofisticado para agradar a muchos e intentar contar la historia más grande jamás contada hacen que media historia se haya quedado en la sala de montaje (según podemos presuponer). Y es que en un momento dado podemos contar hasta 3 villanos, que solo dos llegan a ser desarrollados medianamente. Por no hablar de la historia en general que tiene varios agujeros.

Pero gracias el trepidante ritmo que le impregna el director catalán a la cinta, apenas nos da tiempo a reaccionar ante tremendos fallos de guión. Y es que Collet-Serra sabe muy bien cómo entretener al respetable. Desde ese prólogo en Londres, al más puro estilo Indiana Jones, continuando con una secuencia que homenaje a la propia atracción, donde Johnson está la mar de divertido, hasta llegar a su clímax final, donde una vez más nos viene a la cabeza la saga de Jack Sparrow. Sin duda Collet-Serra es uno de los mejores director de acción/aventura que tenemos en nuestro país (a pesar de que no trabaje nunca aquí).

Otra de las bazas estupendas que tiene Jungle Cruise es su pareja protagonista. Blunt es una mujer de armas tomar que no se achanta ante nada y ni nadie y Johnson está perfecto dando la réplica. En algunos momentos recuerdan a Hepburn y Bogart en otra cinta a la que también llueven referencias (y no solo en el diseño de producción): La reina de África. Los dos villanos de la función están correctos, sin más. Jesse Plemons (Judas y el mesías negro) interpreta a un villano que podía haber sido más oscuro, aunque sus toques de humor resultan graciosos (estamos en un película para toda la familia, no lo olvidemos). Y Edgar Ramírez (The Undoing) interpreta a un villano con acento muy español escoltado por un cuasi digital Dani Rovira (Peter Rabbit 2: A la fuga) y un breve (casi parece un cameo) Quim Gutiérrez (El vecino). La sorpresa de la cinta la da el televisivo Jack Whitehall (Good Omens) con un personaje muy divertido que es la contraposición de lo que solemos ver en estas cintas. También aparece por la cinta Paul Giamatti (Billions), pero da la sensación que parte de su personaje se ha quedado en la sala de montaje.

En resumen, Jungle Cruise es un producto divertido, hecho a medida para toda la familia, y con muchas intenciones de convertirse en franquicia. Que por el camino hayan tenido que sacrificar parte de la historia para hacer una película vibrante y entretenida es otra historia. Otra historia como los momentos puramente rodados y preparados para el uso de 3D o el tigre CGI que hace daño a la vista cada vez que sale en pantalla.

Lo mejor: Es un entretenimiento de primer orden.

Lo peor: Las concesiones de guión que se han debido hacer en montaje.

Puntuación: 6/10