Infierno bajo el agua: Nadando entre caimanes

Vuelve Alexandre Aja (La resurrección de Louis Drax). Vuelve el “enfant terrible” del cine de terror francés con un productor hecho a su medida. Infierno bajo el agua es una pequeña producción americana que se ha convertido en un divertimento veraniego de primer orden. Kaya Scodelario (Piratas del Caribe: La venganza de Salazar) y Barry Pepper (Monster Trucks) son la pareja protagonista que se ven acechados por una manada de caimanes.

Una joven nadadora acudirá al rescate de su padre que esta sitiado por un huracán en su casa. Al llegar allí se encuentra la casa sitiada por caimanes. Esta sencilla premisa es el arranque de Infierno bajo el agua, un producto cuya única intención es entretener al responsable. Es verdad que la premisa puede sonar un poco chusca o a una derivación de la saga Sharknado, pero no, la película de Aja no puede estar más alejada de ese producto de serie Z. En Infierno bajo el agua hay tópicos, pero también hay conflicto, y eso hace que la cinta sea entretenida y divertida. Y encima dura menos de 90 minutos.

Aja demuestra que cuando se pone serio es un director muy solvente. No solo por el manejo de la tensión durante todo el relato sino por que también le gusta ofrecer un buen festín de sangre cuando el momento lo requiere. En Infierno bajo el agua se aleja mucho de la ofrecido en otro cinta con depredadores y agua de por medio: Piraña 3D. Nada tiene que ver con aquella broma absurda. Esta es un película de suspense seria. Y en ella vamos a encontrar excelentes “set pieces” como la de la primer aparición de caimán, la de la tienda de la gasolinera, la de los policías o el angustioso clímax final. También hay que apuntar que ha recreado todo el pueblecito de Florida, donde se narra la acción, en Belgrado, y que en ningún momento parece que nos encontremos en la ciudad serbia.

La cinta esta protagonizada al 90% por Scodelario, Pepper, los caimanes y un perro. El resto de actores que salen en pantalla son figurantes o carnaza para caimanes. La actriz inglesa resulta bastante solvente y lo de «pasarlas canutas» se le da estupendamente. Por otro lado, el actor canadiense se dedica también a «sufrir de lo lindo» pero no llega a transmitir igual que su joven compañera.

En resumen, Infierno bajo el agua es un entretenimiento de primer orden. No revoluciona el genero, pero su ritmo y la tensión que rezuma, la convierten en una de la sorpresas de la temporada. Una pena que no hubiera llegado antes para haberse disfrutado en un cine de verano cerca del pantano.

Lo mejor: El ritmo y la dirección de Aja.

Lo peor: Que se estrena cuando prácticamente el verano está llegando a su fin.

Puntuación: 7/10