Extinction: Cold Zombies

El género de zombi sigue teniendo cuerda para rato. Gracias a la buena salud que está teniendo The walking dead, parece que las productoras quieren seguir tirando de la manta y de la gallina de los huevos de oro para arrasar en taquilla con estos seres. Pues bien, ahora le toca el turno a Miguel Ángel Vivas (Secuestrados) de mostrarnos como seria para él este Apocalipsis zombi que parece que quiere llegar. Extinction es una cinta noble, que sabe con el material que tiene que trabajar y conoce sus limitaciones. Limitaciones presupuestales que hacen que quizás los efectos no estén del todo conseguidos, pero que sabe hacer lucir con la producción, la puesta en escena y una imágenes para el recuerdo. Extinction sale victoriosa, y eso que no es redonda, pero no te dejará congelado como a los personajes y a los zombis de la cinta.

Jeffrey Donovan, Matthew Fox y Quinn McColgan en Extinction

Extinction juega con una premisa muy interesante, aunque parezca que se ha visto en millones de cintas. Un virus hace que las personas pierdan el control. Tras un accidente, únicamente tres supervivientes siguen adelantes con sus vidas en una tierra nevada y plagada de monstruos. Pero para sobrevivir, estos supervivientes tienen que aprender a limar las asperezas del pasado ya que eso podría condenarles. Vale, cierto es que quizás sea repetitiva, pero la forma de mostrarlo que tiene Vivas es muy novedosa, no hay película de infectados/zombis donde la calma sea el ritmo de la cinta, quizás Soy Leyenda (con la que tiene muchas similitudes) es la que más cerca está de lograrlo, porque el resto es acción y más acción. El temple y la pausa es lo que hacen que Extinction sume enteros.

Y es esto lo que también me ha recordado en muchas ocasiones al videojuego The last of us, un juego donde unos pocos supervivientes vivían aislados del exterior ya que fuera había monstruos. Y es que las similitudes con el juego residen en la pausa, en pensar las cosas y no actuar como un loco. Y esto lo consigue Miguel Ángel durante exactamente una hora y media de película. Después, en los últimos veinte minutos, cae en lo de siempre: La acción. Y es donde residen los principales fallos de la cinta. Y no residen en todos, residen en una niña (interpretada por Quinn McColgan) que se convierte en lo más odioso de la cinta desde el principio, pero al final es de traca. Su forma de actuar ante los problemas es de no razonar del todo, y que sea capaz de atrapar un monstruo haciendo más ruido que las fallas valencianas es increíble. Pero no sólo eso, la acción desentona por completo con el resto de la cinta, ya que si todo ha sido más o menos calmado, no revoluciones el final.

Fotograma de Extinction

Eso sí, los demás actores están bastante bien, bueno, los únicos dos que hay: Matthew Fox (Guerra Mundial Z) y Jeffrey Donovan (J. Edgar). Los dos son realmente el peso de la cinta, y al igual que conseguía hacer Will Smith (Focus) en la citada Soy Leyenda, los dos pueden levantar una cinta de estas características tranquilamente. Matthew Fox quiere dejar ya atrás a Jack, su personaje en Lost, y si sigue por este camino lo conseguirá. Además, su personaje es de lo más interesante, ya que deja abiertas puertas sobre su personalidad o su forma de ser. Donovan está increíble como el padre de la niña. Muestra con pocos gestos su estado de ánimo y te da a entender porque no hace ciertas cosas. Extinction posiblemente no pasará a la historia del cine, pero sí que deja un buen sabor de boca pero parece que se podría haber conseguido algo más, aun así, una buena opción.

Lo mejor: Matthew Fox, Jeffrey Donovan y la dirección de Vivas.

Lo peor: Muchas incongruencias y la niña.

Puntuación: 7/10