Josh Radnor saltó a la fama interpretando al buenazo de Ted Mosby en la telecomedia Cómo conocí a vuestra madre, pero este actor nacido en Ohio tiene una faceta menos conocida como director y guionista. Con su primera película Happythankyoumoreplease, gano el premio del publico en el prestigioso festival de Sundance y estuvo nominado al gran premio del jurado. Ahora ha pasado por Madrid a presentar su segundo trabajo Amor y letras, y fue muy amable contestando a nuestras preguntas.
Tanto Amor y letras como su opera prima, Happythankyoumoreplease, versan un poco sobre la búsqueda de la felicidad a través de la pareja. ¿Qué concepto tienes de la búsqueda de la felicidad?
No tengo tan claro que mis películas traten sobre la búsqueda de la felicidad a través del amor. Utilizo arquetipos familiares para poder contar algo nuevo en mis películas. La narrativa trata sobre personas que intentan conectar con otras personas, y a través de sus ojos conocerse a si mismo. Para mi una relación consiste en parar de buscar cuando ya te conoces a ti mismo, llegas a un estado vital que ya no tienes nada más que conocer, que hacer respecto a ti mismo, y puedes parar. Pero hasta ese momento las relaciones son para llegar a entenderte como persona.
En Amor y letras los dos protagonistas discuten sobre el poder comercial de Best-Sellers como Crepúsculo aunque no menciones el nombre. ¿Crees sinceramente lo mismo que el protagonista sobre este tipo de productos? ¿Crees que el público se está acostumbrando demasiado a entretenerse solamente en vez de instruirse leyendo?
En parte si lo creo, pero siempre es bueno que se lea, el acto de leer es positivo. Se descubre todo un mundo a través de la literatura y siempre hay que tener un punto de entrada, que en este caso pueden ser estos libros. Es cierto que mi personaje rechaza esos libros pero también he escrito todos los personajes de la película que los defienden como Zibby (Elizabeth Olsen), que dice que es entretenido leer estos libros. En un momento dado mi personaje utiliza estos argumentos para distanciarse de Zibby.
Personalmente a la hora de escribir y dirigir me recuerdas a Woody Allen, pero ¿Cuáles son tus referentes a la hora de escribir y dirigir?
Me encanta Woody Allen y otras veces no tanto, es una constante, pero admiro su tenacidad, porque sigue haciendo cine después de tanto tiempo lo cual me anima como cineasta. También le admiro porque le da igual lo que digan de él. Intento estar más influenciado por la vida que por otros cineastas. Otros director como Quentin Tarantino, que admiro y me encanta, hace cine sobre otras películas, tiene muchas referencias cinematográficas pero yo ahora me estoy convirtiendo en un alumno de cine, no tengo tantas referencias. Cojo elementos de otras películas pero también de la literatura o el teatro, y por supuesto de la vida misma, para eso tengo la antena puesta. Ahora me estoy poniendo al día y me estoy convirtiendo en un autentico alumno de cine. Ahora acabo de pedir 20 películas del catalogo The Criterion Collection para conocer el cine de Roberto Rossellini, Akira Kurosawa…
¿Qué le enseñó su primera película, Happythankyoumoreplease con respecto a su segunda cinta, Amor y letras?
Happythankyoumoreplease fue un experimento que quería que fuera visto y apreciado. Era la mejor primera película que podría haber hecho. Conté con un equipo maravilloso y con buenos amigos de toda la vida, como mi productor.
¿Influye su vida personal en el proceso de creación de tus trabajos?
Siempre tengo la antena puesta. Dentro de mi obra cabe todo, es una especie de sitio donde meto todo. En este sentido mi vida es sutil porque cojo elementos y experiencias y lo vuelco a mi obra. Intento no abusar de los amigos y de las cosas que cojo por ahí, pero hay distinción entre mi vida personal y la profesional. Mi oficina esta en todos los sitios.
¿Qué parte de ti mismo has dejado en tus personajes en tus dos películas como director?
Hay que mirar todos los personajes, no solo el personaje que interpreto, hay elementos de mí en todo. Yo fui a la universidad al mismo lugar en que se sitúa la historia de Amor y letras, pero todo es muy distinto yo tengo 38 años, el personaje tiene 35 y esta en otro punto vital. Le encanta la literatura romántica como a mí, pero yo nunca me acosté con mi profesora de literatura ya que era un profesor (Risas). Fue una experiencia que me marco mucho. Este personaje, a nivel de autobiografía es más cercano al tema que a las historias concretas.
Director, actor y guionista. ¿Cuál de estas facetas disfrutas más?
En mi propio proceso lo que menos me gusta es actuar. Cuando escribo todo tiene lugar en un mundo muy propio en el cual disfruto muchísimo si todo va bien pero cuando no es así, es una agonía, y me siento culpable porque no estoy escribiendo. Como director me encanta estar en el plató, ver como todo lo que imagino se hace realidad. Me encanta la fase la edición de la película, pero quizá es la dirección lo que más me satisface.
Tanto Happythankyoumoreplease como Amor y letras son película románticas ¿Te gustaría cambiar de genero?
Ahora mismo estoy trabajando en una historia que no tiene nada que ver con las películas románticas. No se como describirlo, pero si estoy interesado en explorar otros géneros. No considero películas románticas mis cintas, creo que están llenas de otras ideas y elementos. Me interesa el amor, pero no en el sentido de Hollywood que es un cliché y una fantasía de buscar el príncipe azul sino el amor como una manera de aprender de si mismo y de la vida. No es solo el amor, sino también la amistad, y esa relación con nuestros mentores que se establece, que es una manera de conocerse así mismo.
¿Se siente a sí mismo como un adulto?
Sí y no. Es cierto que ciertas preocupaciones de cuando tenia 18/19 años ya no son preocupaciones, o si, tienes algunas nuevas. Lo que no me siento es mayor tengo 38 años y de alguna manera no me lo acabo de creer. El tiempo pasa, y una tiene la sensación de que pasa y no lo puede parar. Tampoco quisiera volver a la etapa de la universidad, por mucho que aprendí y disfruté. Y a estoy en otra etapa de mi vida. Si me rodeo de mis padres, no me siento adulto, pero si me rodeo de mis amigos de la universidad, si me siento adulto. Depende del contexto me siento más o menos adulto.
Fotografías de la entrevista: Daniel Lobato