Andy Muschietti y Bárbara Muschietti: «El terror falla cuando no empatizas con los personajes»

Con motivo del estreno en cines de IT (2017), la nueva adaptación del libro de Stephen King, hemos tenido la oportunidad de hablar con Andy Muschietti (Mamá), director, y Bárbara Muschietti, productora, y esto es lo que nos han contado:

Andy Muschietti en el rodaje de IT (2017)

Andy Muschietti en el rodaje de IT (2017)

¿Cómo ha influido la miniserie de 1990?

Andy Muschietti: A mí la mini serie me pilló viejo, ya no era un niño. Por lo que el impacto que tuvo en mí no fue tan grande como si lo fue para toda una generación. Conozco gente que cuando la vio tenía 11 o 12 años y si les impactó, pero yo me había leído el libro y no fue tanto. A mí lo que realmente me ha marcado ha sido el libro.

Has trabajado con Chung-hoo Chung, director de fotografía de Park Chan-Wook ¿Cómo ha sido trabajar con él?

Andy: Lo busqué a él precisamente porque admiro mucho las películas de Park, y Old Boy me vuelve loco. Y me encontré con él, es muy divertido, aunque no le entiendes nada de lo que dice. Quiero decir, le entiendes todo menos esa palabra que no saber lo que significa (risas), ver a un coreano hablando en inglés es peor que un español (risas). La relación con él fue muy buena, ya que rápidamente se entregó a la historia y fue todo muy colaborativo. Yo soy muy visual también, hago los story boards, así que la relación y comunicación con él fue muy buena.

En el cine de terror casi todo está inventado ¿Cómo se consigue sorprender de esta manera?

Andy: Yo creo que esencialmente lo que tiene esta película es una relación muy fuerte con los personajes, hay que tener un balance. Una cinta de terror falla cuando no empatizas con los personajes, cuando te da igual lo que les pase a los personajes, para mí de toda la vida esa conexión emotiva es importante. Y en eso Stephen King tiene mucha culpa, ya que ha sido una referencia para contar historias, y la forma en la que tiene de involucrar al público con lo que está pasando. Además, trata la infancia, todos fuimos niños, todos hemos experimentado la primera vez en todo: Primer amor, la violencia, el bullying… y por eso el público conecta.

¿El público joven de hoy en día tiene otros miedos diferentes?

Andy: No necesariamente. Son distintos a los de los cincuenta, en su obra King narra los miedos de la sociedad de aquella época, y yo quería cambiarlo. En aquella época estaban los monstruos de la Universal, así que quise modernizar mucho la historia. Y yo no quería que el miedo fueran unos monstruos, yo quería miedos más profundos, traumas infantiles y sorpresivos. Si establecéis que todos los monstruos son cinematográficos, perdéis mucho. Muchos de ellos están conectados con mi infancia, en especial el cuadro que se ve en la película tenía uno parecido de pequeño que me tenía aterrorizado de pequeño. No puedes asustar a nadie si no pueden asustarte a ti mismo.

La película tiene ciertos toques de humor, pero mantienes la tensión ¿Cómo lo consigues?

Andy: Es una cuestión técnica casi, para asustar tienes que tener momentos de tensión y comedia. El humor tiene mucho que ver con la identificación de los personajes. Cuando Ben se queda prendado de Beverly metí como cuatro chistes y la gente que vio eso en un principio se identificaba. Por eso creo que el humor es necesario, así entras mejor en los personajes y te adaptar con ellos. Y lo que quería era trasmitir mi experiencia emocional con el libro, y Stephen King tiene eso, escribe cuentos de terror, pero tiene amor, humor, emoción…tiene picos muy altos. Va cambiando y funciona. El tipo va muy lejos, y tiene humor muy bajo o que mostrar en imágenes sería impensable, pero luego tiene momentos realmente emocionales como cuando describe lo que siente Beverly por Bill. Todo eso es lo que quería contar en la película, pero contarlo en dos horas es bastante complicado, ya que jugamos con varios tonos, pero no quería otra cosa que no fuera eso. En las adaptaciones de Stephen King hay dos vertientes: los que no se arriesgan y los que lo quieren traducir literalmente los tonos de la novela.

Bárbara Muschietti: En Estados Unidos son muy reacios en juntar tonos, si es terror solo quieren terror, por lo que hizo Andy es realmente bueno y no se lo esperaban.

Venís de trabajar con una obra del padre, ahora con otra del hijo… ¿cuál es el tono que vais a buscar en Locke and Key?

Andy: En su estilo Joe Hill es igual que su padre. Aprendió de él y sabe cómo hacerlo. Locke and Key tiene lo mismo. Tiene momentos de extrema violencia, tiene momentos de drama de personajes muy profundos y tiene humor. Tiene todo eso. Lo voy a hacer. Es más cortito. Tengo una hora, es el piloto. Yo estoy como “cableado” con eso. Yo aprendí, mi estilo narrativo como cineasta tiene mucho que ver con la manera en que narra Stephen King y Cementerio de animales fue para mí como la obra más seminal. Fue el primer libro que leí y también tiene todos esos elementos. Este libro tiene mucha fantasía, tiene una mezcla más, un ingrediente más en la mezcla. Es la fantasía desbocada. El cómic son puertas en las que puedes adquirir habilidades. Es muy infantil, tiene una imaginación muy infantil. Es cómo ¿qué querría hacer? El concepto es ese, ¿qué te gustaría hacer? De hecho, la escena inicial, antes de que pasen los asesinatos y la mudanza… son los tres niños están hablando de ¿qué te gustaría hacer? ¿te gustaría ser un gigante o te gustaría tener alas? Y el niño dice que le gustaría ser un gigante y así puedo cagar encima de esta casa de mierda en la que estamos pasando el fin de semana. Ya con eso te define el tipo de humor… muy escatológico, fantasía… y después llegan a esa casa en la que cada puerta te ad una habilidad distinta. Hay una llave que te da alas y después otra llave que te hace ser un gigante. Y el tipo se da el gusto con todo. Es tan completa la obra en cuanto a géneros y libertad imaginativa que es genial. Y está muy relacionada con el mundo de Stephen King y con IT. Tiene muchos homenajes a la obra del padre y lo que es It, es una especie de homenaje a la infancia. Y eso es lo que te das cuenta… cuando lo lees por primera vez a los 14 años no te das cuenta de eso, estás en ese punto donde dejas de ser niño y empiezas a ser otra cosa que no se sabe que es. Pero está muy relacionado con la obra porque te habla de tu vida y de todos esos eventos traumáticos o de magia como enamorarse por primera vez, pero no se termina de entender esa diferencia entre el mundo de los adultos y el de los niños. Y cuando lo leí por segunda vez, 25 años más tarde, entiendes mucho más de qué va la historia y te das cuenta de que básicamente una parábola de la infancia y sobre la muerte de la infancia. Y cuando te habla del horror de IT y de Pennywise es básicamente la pena de dejar todo ese mundo de imaginación y de fantasía y creencias atrás. Por eso todos los adultos de Derry son malvados. La influencia de IT se extiende en todo ese pueblo y todo el pueblo es ominosos y lso adultos son parte de la amenaza. Cuando te haces adulto te das cuenta de eso porque lo relacionas con tu propia obra. Y tiene esa conexión con ser un artista también, que Stephen King la conoce muy bien porque él habla de la niñez todo el tiempo. Él es un niño grande, pero reconoce las limitaciones que uno tiene al crecer, se va condicionando tu imaginación cuando te transformas en un adulto.

¿Es una película pensada para un público joven o adulto? Es el punto de vista de un adulto que recuerda su juventud…

Andy: Pero lo hace con mucha nostalgia. La respuesta es que está hecha para los dos. De la misma manera que el libro es una obra increíble para chicos de 13 años y para adultos. Todo el mundo conecta con ello. El niño que la lee se identifica con los eventos y las cosas que les pasan a los personajes porque le habla de lo que le está pasando. Y el adulto tiene una especie de conexión nostálgica con la niñez.

Bárbara: Nos pasó mucho mientras estábamos rodando. Los adultos estábamos sufriendo por la historia de los niños. Pero ellos, que tenían la misma edad de los personajes, 12-14 años, se estaban dando cuenta, eran totalmente conscientes de lo que les estaba pasando a ellos. Su infancia misma, así como la de los personajes, estaba por terminar.

Andy: Hasta cierto punto, no saben que hay al otro lado.

Bárbara: No saben que hay al otro lado, pero intuyen que es algo que se termina…

Andy: La tristeza… hubo un hecho muy paralelo llegando al final del rodaje. En el libro tienes esa escena en la que todos se despiden después del pacto de sangre y no saben que esa es la última vez que se van a ver como grupo. Pero hay algo que se intuye y el punto de vista es muy melancólico. Muchos de los niños leyeron el libro porque yo les pedí que lo hicieran y pasó algo que fue inevitable. Al final del rodaje estos niños se habían hecho amigos. Tres semanas antes de filmar ya estaban en una relación caso de familia. Empezó el rodaje y ya eran todos los mejores amigos. Y dos meses y medio de rodaje viéndose todos los días y los últimos días de rodaje había una especie de clima de tristeza porque se estaban por separar y se cortaba con un cuchillo ese ambiente. Era muy fuerte. Y hubo una escena, cuando ataca la mujer del cuadro a Stan en las cloacas y el se pone a llorar y lloran todos. La escena quedó más corta de lo que era, aquello era un festival de lágrimas. Todos se pusieron a llorar.

Bárbara: Incluso los que no podían llorar, a los que no les salía, les salía.

Andy: Fue muy catártico ese momento. Muy real.

Como productora, ¿qué quieres sacar delante de una producción como IT?

Bárbara: Yo lo que quiero hacer, creo que por eso trabajamos juntos es porque queremos sobre todo hacer la mejor película posible de verdad. No soy, como hay muchos, productores por volumen, yo me dedico 100% a la película. Estoy todos los días de la prensa, todos los días del rodaje, todos los días de la postproducción. Pero en este caso nos encontramos con una situación particular porque era una película que ya venía con casi 9 años de gente tratando de hacerla y no se lograba. Y creo que el desafío fue decidir nosotros lo vamos a sacar. Y la sacamos. Con un presupuesto bastante reducido precisamente porque otras de las encarnaciones se habían comido una parte de lo que el estudio estaba dispuesto a poner y de integridad de la historia, para nosotros era muy importante porque éramos enamorados absolutos del libro. Hacerle honor al libro. Y eso conlleva a veces luchar.

Andy: Es una peli más grande de lo que se esperaba. Pienso que eso sucedió por todo el trabajo que le metimos y el equipo que teníamos trabajó extra porque estaba muy enganchado con el proyecto. Gente que abordó el proyecto con todo el amor del mundo y se extendió a todo el equipo y trabajaron más duro de lo que normalmente harían. Conseguimos rodar un poco más de días, los decorados eran más grandes… ves el guion original y ves como “um, está bien” pero el libro es tan rico y tan grande, tan intenso, que dije “me tienen que dar más plata”, pero no había. Pero la hicimos más grande igual.

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