Hace unos meses nos llegaba a la cartelera Maps to the stars, una cinta donde se reflejaba el mundo de Hollywood de una manera muy oscura. David Cronenberg (Cosmopolis) volvía así un poco a estar en lo más alto del cine, después de unas cuantas películas que no iban a ninguna parte. Ahora, desde Francia, nos llega Viaje a Sils Maria, la nueva película de Olivier Assayas (Después de mayo) que plantea también un poco el mundo del cine y de los egos, las envidias y el paso del tiempo de las estrellas. Dividida en tres actos, Viaje a Sils Maria es una película interesante que retrata este mundo, pero que no me entusiasma. La cinta está bien interpretada, bien dirigida…pero el problema de su duración y los altibajos de la narrativa, hacen que la película llegue a ser pesada.
Viaje a Sils Maria comienza presentándonos a las dos grandes protagonistas, una actriz de reconocido talento y su ayudante. Tras una trágica noticia, la actriz recibe la oferta de volver a participar en la película que le dio todo, pero en esta ocasión tiene que hacer otro papel, un papel que parece maldito. Pero claro, el ego de la actriz tendrá que lidiar con los egos, las salidas de plano de la actriz joven que intenta hacerse un hueco. Assayas se mueve a través de todo esto en una narratividad dividida en tres partes. La primera la tragedia. Quizás sea el tramo de la cinta que más interese, porque después la cinta empieza a tener ciertos bajones. Tiene bajones porque Assayas quiere darle toda la importancia a ese viaje que realizan la actriz y su ayudante por las montañas para preparar el papel. También sirve para poner a caldo el cine actual, el de superhéroes y los blockbusters.
Aquí la cinta se hace pesada. Los diálogos, en muchas ocasiones, pecan de ser demasiado trascendentales. Incluso se podría decir que vacios. Podemos pasarnos claramente muchos minutos enredados en los ensayos que realiza la actriz por las montañas para preparar el papel. Creo que Assayas es consciente de esto que pronto introduce al tercer personaje en discordia, la actriz joven. Aquí la cinta vuelve a subir. Ver los egos de las dos actrices y sus disputas de los elogios que se lanzan es admirable y como Assayas rueda estas escenas. Y la cinta termina en todo lo alto. Es ese final en donde la actriz veterana se da cuenta que todo no es como en la época en la que ella era la reina de los cines, sino que ahora son otras y otras formas de hacer las cosas las que imperan.
Y es que lo mejor que tiene Viaje a Sils Maria está en sus interpretaciones. Juliette Binoche (Godzilla (2014)) y Kristen Stewart (Siempre Alice) están maravillosas. Quizás sorprende más verlo en la segunda que en la primera, que ya nos tiene acostumbrados. Pero la rivalidad interpretativa que le propone Stewart a Binoche es constante. Sus momentos juntas son maravillosos (aunque en muchas veces, abusivos). Pero todo esto explota cuando aparece en pantalla Chloë Grace Moretz (The Equalizer (El protector)). La joven actriz sigue creciendo y demostrando que hace mucho tiempo dejó de ser una promesa y vuelve a realizar una interpretación impresionante. Viaje a Sils Maria no es una joya como parece que quieren vender, es interesante, pero Assayas se pierde en sus propias nubes.
Lo mejor: Las tres actrices principales.
Lo peor: Los bajones de ritmo de la cinta.
Puntuación: 6/10