Llegar a ser una estrella de Hollywood de primera magnitud es algo al alcance de muy pocos afortunados. Caer en el olvido y tener una segunda oportunidad de llegar a lo más alto les pasa a muy pocos. Y caer una vez más en decadencia y resurgir con más de 60 años como un actor de éxito y volver a poner de moda un género olvidado durante una década… yo solo conozco un caso, el del señor Sylvester Stallone (Rocky).Desde 2006, cuando Sly regresó con la sexta entrega de su popular boxeador, Rocky Balboa, el actor ha ido protagonizando éxitos aquí y allá como la cuarta entrega de Rambo, y sobre todo Los Mercenarios y su secuela, que juntas han recaudado en la taquilla más de 600 millones de dólares.
Ahora Stallone regresa al cine con Una bala en la cabeza, adaptación del cómic francés Du Plomb dans la Tête, escrito por Alexis Nolent y publicado por primera vez en 2006. Pero Una bala en la cabeza no solo es la última película de Sylvester Stallone tras recuperar la fama y el éxito. Además supone otro regreso… el del director Walter Hill, creador del cine de colegas con la mítica Límite: 48 Horas, o de películas de culto como The Warriors, Calles de fuego o Danko: Calor rojo. Además Hill es el productor de toda la saga Alien.
Una bala en la cabeza es una película de apenas 55 millones de dólares producida por el experto en el cine de acción Joel Silver (Arma letal). La cinta nos narra la historia de Jimmy Bobo (Stallone), un asesino a sueldo en Nueva Orleans. Cuando el compañero de Bobo es asesinado, este debe aliarse con un policía de Los Angeles, de origen coreano, llamado Taylor Kwon (interpretado por Sung Kang, de Fast & Furious 5). Así, nos sirven todos los elementos para una buddy movie en toda regla: dos personajes antagónicos que se ven forzados a colaborar para resolver un empeño común. En este caso acabar con un peligroso mafioso llamado Robert Morrell (Adewale Akinnuoye-Agbaje (Perdidos)) y sus secuaces… entre ellos un abogado interpretado por Christian Slater (Al filo del abismo), en horas muy bajas, y sobre todo un peligroso mercenario a sueldo llamado Keegan (al que pone voz y rostro el gigantesco Jason Momoa (Juego de tronos)). Atención también a la presencia de la actriz de origen iraní Sarah Shahi (Aquellas juergas universitarias) .
Si os gusta el cine de acción… ¿Qué vais a encontraros al ver Una bala en la cabeza? Una peli de acción a la vieja usanza, con mucha acción, muchas peleas, muchas persecuciones (corriendo de aquí para allá), mucho look hortera, y mucho diálogo de lo que llaman “one liner” (frases de una sola linea que se supone son dilapidarias… tipo el “Volveré” de Schwarzenegger).
¿Puntos sorprendentes de la película? Pues si, unos cuantos. Primero, que Walter Hill sigue en plena forma para rodar una de acción a pesar de llevar apartado de la dirección desde hacía más de 10 años. Segundo, el brutal estado de forma de Stallone (que el tipo tiene ya 67 años, joder). Y tercero, lo brutalmente entretenida que llega a hacerse la película en sí misma. Un guión simple y sencillo (pero bien escrito y contado) que va de A a B sin problemas, narrando cada momento como uno espera que se narre.
He leído por ahí en varios sitios que quizás lo más flojo de la cinta sea el actor Sung Kang. Yo no diría tanto. El tipo lo hace bien, el tipo pelea bien (que es lo importante en este tipo de pelis), pero tiene al lado a un fenómeno como Stallone. Y la sombra de Stallone es tan grande y tan larga que es capaz de eclipsar a cualquiera.
En resumen, una entretenidísima película de acción, con grandes momentos de acción (peleas, tiroteos, persecuciones…), un buen reparto (desde Stallone, pasando por Jason Momoa e incluso Christian Slater) hasta una puesta en escena realmente trabajada (desde el montaje, los movimientos de cámara, la luz… quizás es el punto más elaborado y trabajado de la película) que si sois fans de Stallone o del cine de acción merece la pena ver.
Puntuación: 6/10