La nueva producción de acción del director francés Luc Besson (Malavita) se llama Tres días para matar, y aparte de acción, su mayor reclamo es ver a una vieja gloria como Kevin Costner (Jack Ryan: Operación Sombra) “repartiendo” justicia. La cinta es lo que es y no pretende engañar a nadie, un entretenimiento de acción con unas notas de humor, que a pesar de sus casi dos horas de duración, pasa como un suspiro.
Un agente de la CIA, tras fracasar en un misión, descubre que tiene una enfermedad degenerativa, y que le quedan pocos meses de vida. Tras la nefasta noticia decide regresar a París con su ex mujer y su hija para disfrutar de ellas esos últimos meses. Pero de repente aparece una dudosa agente de la CIA con una cura que le permite alargar sus meses de vida, pero para conseguirla deberá aceptar una última misión. Esta es la premisa de Tres días para matar, algo retorcida y en la que en algunos momentos nos preguntaremos, “pero ¿a cuento de que?”. Aún así funciona y entretiene. El tono de thriller se desdibuja en el segundo actor en favor de la comedia, algo muy agradable y que da pie a Costner a demostrar que aún puede hacernos reír. Momentos con el interrogatorio al contable italiano (un homenaje clarísimo a Los intocables de Eliot Ness) o cada confrontación con el novio de la hija, demuestras esta faceta mencionada.
El director a cargo de la función es McG (Terminator Salvation), quien siempre ha tenido una imaginación interesante para combinar planos digitales con acción “in situ” como ya demostró en la saga Los ángeles de Charlie. Pero aquí, imaginamos que por cuestiones de presupuesto, no ha podido dejarla correr, por lo que hay secuencias de aplauso, como la de la discoteca con los niñatos o la de la persecución en coche por las calles de Paris, y otras un poco más nefastas, como todos esos momentos con zoom o desenfoques en medio de una acción, para mostrarnos que Kevin se encuentra enfermo de lo suyo.
Sin duda ver a Kevin Costner pasearse gran parte del metraje con un fular, ya se merece un aplauso. Las caras que el actor americano pone frente a los momentos de humor absurdo francés son un poema. Costner es el mayor reclamo de la cinta, el solo es capaz de eclipsar a sus compañeras de reparto, la insoportable Hailee Steinfeld (El juego de Ender) y la interesante Connie Nielsen (Gladiator). Fresquísima se pasea Amber Heard (El poder del dinero), de quien aun no me ha quedado claro si sus intenciones son buenas o malas en la cinta.
En resumen Tres días para matar esta en la línea de otros productos que nos ha servido Besson como Venganza, pero a diferencia de aquella, esta tiene unas notas de humor que hacen que no nos la tomemos en serio y disfrutemos de un entretenimiento puro y duro, y con un poco de suerte con una secuela en breve.
Lo mejor: Kevin Costner.
Lo peor: Alguna explicaciones argumentales.
Puntuación: 7/10
Aunque no será una de las grandes películas de Kevin Costner hace una película que me parece decente en cuanto a su papel a los James Bond tirando a la jubilación forzada y anticipada. Película similar a otras menores de espías no deja de ser entretenida y da la posibilidad de volver a visitar algunos rincones menos conocidos como los de París.