Tras el buen sabor de boca que dejó Thor: Ragnarok, Marvel Studios ha vuelto a confiar en el director de esta, Taika Waititi (Jojo Rabbit) para escribir el argumento y dirigir la nueva aventura del Dios del trueno, titulada para la ocasión Thor: Love and Thunder. Chris Hemsworth (Spiderhead) vuelve a interpretar al superhéroe, recuperamos a la siempre estupenda Natalie Portman (Lucy in the sky) para este episodio, y se unen al universo de la casa de ideas el británico Christian Bale (Le Mans ’66) como el villano de la función, y el orondo Russell Crowe (La Liga de la Justicia de Zack Snyder) como el Dios Zeus.
Tras un interesante prólogo donde se nos cuenta el origen del villano de este capítulo, Thor: Love and Thunder arranca justo tras los hechos acontecidos en Vengadores: Endgame. Usando la técnica del relato narrado por un tercero se nos cuenta como Thor recupera su forma física anterior a lo visto en la película donde se reunieron todos los superhéroes del universo, y nos cuenta sus aventuras con los guardianes de la galaxia. Paralelamente se nos cuenta cómo vive su ex novia, Jane Foster, en la tierra. Ambas líneas argumentales se cruzaran mucho antes de lo esperado y… por respecto a los espectadores no desgranaremos más la historia. Si apuntaremos que no es un guion redondo, es un historia muy básica adornada con un drama que no termina de cuajar. Arranca con muchísimo humor (hay chistes que son muy divertidos), y cuando la cinta quiere ponerse más seria no lo consigue debido a la absurdez de los chistes en algunos momentos. Thor: Love and Thunder tiene una trama muy seria para conseguir otro tono y no se aprovecha.
Lo mismo ocurre con la dirección de Taika Waititi. Es tan divertida y graciosa que cuando necesita emocionar al espectador, este no puede. Y es que el particular estilo del director no deja de estar presente en todo momento. Destacaremos la presentación de Thor en esta aventura, y por supuesto su cara a cara con Zeus. El clímax final también luce de manera espectacular pero tras el enfrentamiento con Zeus, parece como que tiene mucha menos importancia.
Si hay que alabar la estupenda selección de canciones de los americanos Guns n´Roses. Le sientan estupendamente a los personajes y a las escenas, ya sea el gran himno de la banda Welcome to the Jungle o la parte instrumental de la balada November Rain. También suena Dio, pero eso es entre escenas post créditos. Mención especial para los nuevos temas y el reciclaje, en su manera más rocanrolera y épica, de algunos temas de la cintas anteriores de Thor compuestos para la ocasión por Michael Giacchino (Jurassic World: Dominion). Sin lugar a dudas de lo más interesante que nos ha ofrecido este año el compositor neojerseíta.
Es increíble la vuelta que le dio Hemsworth a Thor cuando empezó a llevárselo a un aspecto más cómico. Ahora somos incapaces de imaginarnos a otro hijo de Odín. El australiano nos da una recital de caras cómicas impagables. Pero quienes se llevan más elogios son Portman, que regresa a la franquicia después mucho tiempo, y Bale. La primera consigue que nos quedemos con muchas ganas de más. Necesitamos volverla a ver porta a Mjölnir, sin lugar a dudas ella es la Diosa del trueno. Y el segundo, como ocurre en muchas cintas de este universo, “no es malo, le han hecho así”, y es por ello que el inglés tiene la difícil tarea de interpretar un villano serio que no puede caer mal del todo, y lo consigue. Su actuación en el prólogo es impecable, pero cuando llega el momento terrorífico de asustar a unos rehenes, está de aplauso.
En resumen, Thor: Love and Thunder sigue la estela del humor simpático y absurdo de su anterior entrega pero naufraga al intentar contar un historia más seria, ya que el espectador en ningún momento se va posicionar del lado del drama. Pero quizá lo más triste de todo ello es que tiene los factores para emocionar al nivel de la última película de los vengadores, y no lo consigue. Se agradece que la cinta no llegue a las dos horas de duración, y es que se nota que la cinta se ha sesgado sin piedad en montaje, para conseguir el ritmo casi trepidante que tiene tras su prólogo.
Lo mejor: Portman, Bale y la banda sonora (instrumental y canciones).
Lo peor: No consigue emocionar y el guion necesitaba de alguna revisión más.
Puntuación: 6/10