Vamos a quitarnos cuanto antes el tema. Strangers: Capítulo I es una película que entretiene y poco más. Es una cinta que no está a la altura de las dos entregas anteriores, aunque esta sea un reinicio. Pero la primera Los extraños era una cinta que mezclaba perfectamente el drama con el terror, a pesar de tener unos personajes que tenían sus cosas, pero con los que conseguías empatizar a pesar de todo. Y la segunda entrega era una fiesta en todos los sentidos, era una cinta con nuevos personajes y con una escena clave de la saga como fue la de Total eclipse of the heart y es una película muy disfrutona. En esta Strangers: Capítulo I no te cuenta nada nuevo y volvemos al esquema de la primera entrega con un matrimonio que está de celebración y van a disfrutar juntos de la vida. Pero el problema principal reside en que es una mezcla de la primera entrega y la segunda, repitiendo muchos de los momentos que hemos podido ver en las anteriores entregas y donde los protagonistas, la verdad, no ayudan demasiado a querer compaginar con ellos.
Seguramente lo que más cambia al respecto de las anteriores es que tiene demasiada fantasía, es decir, es una locura la forma en la que los asesinos aparecen y desaparecen a su antojo, por cada minuto hay un cliché que te deja entrever como se va a desarrollar todo. Es una cinta que no lleva a nada, con la que te lo pasas bien, si, pero que no te consigue meter de lleno en la película. Es una cinta con la que empatizas con los personajes, pero siendo una cinta donde te dan tan masticado todo, al final sabes cómo va a terminar desde el minuto uno. Por no hablar de las decisiones que toman en momentos de tensión y que todo parecía que estaba por decisiones de guion y que tenían que tomarse si o si de aquella manera. Y cuando termina lo que te deja es una sensación agridulce y una oportunidad perdida de haber hecho un reinicio mucho más salvaje que las anteriores y se queda en un reinicio descafeinado.
Pero no todo es malo, seguramente lo mejor que tiene la cinta es su ambientación y la tensión a la que te somete. Sin duda alguna, una cinta de terror debe tener una ambientación que consiga mantenerte en tensión y cree una atmosfera terrorífica. Hay una escena con un piano en dos partes realmente angustiosa y una escena con un espejo que se convierten en los mejor de la película. Y al final no te saca por completo de la cinta es eso que da mal rollo y te tiene pegado a la butaca, aún a sabiendas de cómo iba a terminar todo. Renny Harlin toma las riendas de la saga y no consigue llegar al nivel de las dos anteriores entregas y consigue que, al final, todo quede muy descafeinado y lleno de clichés. En cuanto a los actores Madelaine Petsch y Froy Gutiérrez consiguen convencer como este matrimonio que está encerrado junto con los asesinos y a ratos empatizas con ellos, pero otros quieres que mueran en las peores circunstancias posibles.
En definitiva, todavía quedan dos entregas más de este reinicio de la saga para saber si remonta un poco el vuelo o se convierte en esos remakes que no llevan a ningún lado y simplemente sirven para atraer a nuevo público a una saga ya icónica. Es una cinta que entretiene, pero poco más, no llega al nivel de diversión y terror de las dos anteriores. Por ahora el resultado es descafeinado a más no poder. Pero aquí seguiremos, viendo que nuevas nos traen los extraños.