La nueva película de Tom Cruise (Jack Reacher) es en realidad la nueva película del cineasta Joseph Kosinski, un director que en 2010 debutó con TRON: Legacy, secuela de una de las cintas más extrañas que jamás produjo la Disney en los años 80. TRON: Legacy se convirtió al instante en una cinta de culto gracias a la belleza de sus imágenes y a lo novedoso en la estética de la propuesta, a pesar de que tenía un guión demasiado infantil… El debut de Kosinski en la gran pantalla costó la friolera de 170 millones de dólares (más publicidad) y recaudó en todo el mundo 400 millones. A pesar de todo, TRON: Legacy fue considerada un relativo fracaso… sin embargo, el trabajo de Kosinski en la película le abrió las puertas de Hollywood para llevar a cabo el proyecto que le de diera la gana.
Antes de su debut como director, Kosinski publicó una novela gráfica llamada Oblivion, escrita por él mismo y dibujada por Arvid Nelson. Tras el estreno de TRON: Legacy, Disney le propuso a Kosinski la dirección de otra obra extraña de la Disney de los 80, el remake de El abismo negro (película en la que actualmente trabaja el director), sin embargo, antes se le presentó la oportunidad hacer realidad el proyecto de Oblivion como largometraje ¡¡¡con Tom Cruise de protagonista!!!
Oblivion nos narra la historia de Jack Harper (Cruise), que vive en la Tierra acompañado de Vikes (interpretada por Andrea Riseborough (Happy, un cuento sobre la felicidad)). Jack se dedica a vigilar y reparar las máquinas que se dedican a sacar los últimos recursos naturales de la Tierra, ahora un planeta yermo e inhabitable. Y es que 60 años atrás, el planeta fue invadido por una raza extraterrestre. Hubo una guerra y la Humanidad ganó… pero el precio que pagó fue demasiado grande. La Tierra quedó inservible. Ahora, en 2077, los hombres viven en Titán (la luna de Saturno) y Jack y Vikes se dedican a extraer los recursos del planeta. Todo cambia el día que Jack ve un accidente. Cae una nave espacial antigua, que contiene cámaras criogénicas. En una de ella sobrevive una mujer llamada Julia Rusakova (Olga Kurylenko, vista en Quantum of Solace). El tema es que Jack conoce a esa mujer… a pesar de que no la ha visto en toda su vida.
La película tiene un presupuesto de 120 millones de dólares (mucho menos que TRON: Legacy… pero realmente generoso al fin y al cabo) y cuenta con espectaculares paisajes rodados en Islandia (como Prometheus de Ridley Scott… curioso), unos F/X visuales impactantes, un diseño de producción tan cuidado como el de TRON: Legacy (el apartamento donde viven Tom Cruise y la chica es igual al apartamento de Jeff Bridges y Olivia Wilde en aquella película) y grandes secuencias de acción en las que Tom Cruise salta, corre, vuela, va de aquí para allá… y mucho más.
Pero no nos engañéis. No es una cinta de acción. Es una cinta de ciencia ficción, que en su primera mitad (muy superior argumentalmente a la segunda mitad del filme) tan solo vemos dos actores. Cruise y Andrea Riseboroug. Nos cuentan como es su vida, su relación, su trabajo, su rutina y su día a día mientras una voz en off (la de Cruise) nos pone en situación. Nos va contando que ha pasado, para que sirve esto y lo otro, porque viven así… o porqué tiene que hacer eso y aquello.
Luego, la segunda mitad de la película ya recuerda más a una cinta mucho más convencional. Aparece el personaje de Olga Kurylenko y de Morgan Freeman (Deep impact). Empezamos a conocer “la verdad”, y por fin vemos el mundo terrestre tal y como es. Esta parte de la película mola, es cierto, pero mola menos. La estética limpia de la película cambia por esos ambientes que vemos en tantas y tantas cintas de ciencia ficción distópica, o ciberpunk… o post apocalíptica, en la tradición de Mad Max e incluso de comedias como Demolition Man (aquella cinta de acción con Sylvester Stallone (Un bala en la cabeza)).
La película dura (con créditos incluidos) 126 minutos. Vista en IMAX es brutal. Pero en cualquier tipo de proyección debe ser igualmente impactante. Es una película donde prevalece lo visual a la historia (algo que parece que va a ser una constante en la carrera de Joseph Kosinski). Si decidís ir al cine a ver esta película, preparaos para ver una película apabullante. Música, imagen, estética… ejemplar. Los actores, bueno, son buenos actores, pero sus interpretaciones no son lo principal en la cinta. Eso si… pensad que el carisma de Tom Cruise es tan brutal que él solo aguanta perfectamente todo el peso de la cinta sin problemas, algo que ya ha hecho mil veces antes. Y el guión… bueno, la historia mola (si eres fan de la ciencia ficción es una pasada), pero tampoco es ciencia ficción al estilo Blade Runner o 2001: Una odisea del espacio … ni llega a niveles de Desafío total o Robocop. Pero… yo me atrevo a decir que estamos ante una de las grandes películas de ciencia ficción de esta década.
En resumen, una película REALMENTE RECOMENDABLE. Si te gusta el cine, si disfrutas de un espectáculo visual en pantalla grande… te recomiendo encarecidamente que vayas a ver la película al cine. Es brutal. Os voy a contar un pequeño secreto que ocurrió tras el pase de prensa: Mucha gente dijo que la película era aburrida y que tardaba en arrancar. Bueno, yo estoy solo parcialmente de acuerdo con esta afirmación. Aburrida… no. Ni de coña. Tarda en arrancar… bueno, cuando la trama arranca es cuando Tom Cruise encuentra a Olga Kurylenko. Y eso ocurre a los 60 minutos de película (más o menos). Yo os digo… a mi me gustó más “la parte lenta de la película” (que no es lenta) en la que vemos solo a Tom Cruise y a Andrea Riseboroug sin saber muy bien lo que pasa. Cuando la imaginación vuela en tu cabeza imaginando que ha podido pasar. Id verla. No seáis tontos. Es una pasada. Mola mucho. Luego judgar por vosotros mismos. Si os digo la verdad… los amantes de la ciencia ficción deben verla. Impaciente estoy en ver la siguiente película de Joseph Kosinski.
Lo mejor: Visualmente es brutal, y la BSO es apasionante.
Lo peor: Tiene un momento (del minuto 60 al 90) la trama avanza con torpeza.
Puntuación: 8/10
Más que recomendable para mí. Es maravillosa.