Tercera entrega de las aventuras del vigilante nocturno de El Museo Americano de Historia Natural y la tabla mágica que hace cobrar vida a todos los habitantes de dicho establecimiento por la noche. Esta vez, la secuela no lleva un numero tras el titulo sino un subtitulo, Noche en el museo: El secreto del faraón. Este nuevo episodio da síntomas de desgaste en todos los departamentos, por lo que es muy posible que si la taquilla no responde estemos antes el final de la saga tal y como la conócenos, pues al final la puerta queda abierta a otra continuación con un nuevo personaje al cargo.
Noche en el museo: El secreto del faraón retoma la acción años después de los hechos acontecidos en la segunda parte. El vigilante este innovando en el museo con un nuevo show, pero una noche toda la magia comienza a decaer. La tabla que da vida a los habitantes se esta deteriorando y deben ir al museo de Londres a resucitarla. Allí vivirán nuevas aventuras y conocerán nuevos personajes. El guión es muy sencillo y sin complicaciones. Nuestros protagonistas tienen que ir del punto A al punto B, y para ello van pasando por diferentes complicaciones, ya esta. Muy ridículo, y enfocado para los más pequeños de la casa. No resulta aburrido pero si vacío, y algunos chistes son de saldos. La acción pasa de unos personajes a otros, siendo meros sketches unidos por la acción de llegar a un punto.
Shawn Levy (Los becarios) firma con Noche en el museo: El secreto del faraón su segunda cinta este año tras Ahí os quedáis. Aquí se ha limitado a poner el piloto automático y tirar de clichés. El más triste y trillado ha sido el de usar el mítico London Calling de The Clash para trasladar la acción a Londres, algo que hemos visto infinidad de veces. Repite chistes de anteriores entregas pero con acento ingles, algo que tampoco nos cuela a los espectadores más veteranos de la platea. Pone un poquito más de interes en la secuencia del cuadro, en plan video musical Take On Me de A-Ha, pero nada más reseñable.
Al frente del reparto repite Ben Stiller (La vida secreta de Walter Mitty) a quien se le nota algo cansado del personaje. Su interpretación es perezosa y se queda desdibujada ante el resto del reparto, que tampoco es para tirar cohetes. Se apunta a esta nueva aventura la cansina Rebel Wilson (Dolor y dinero) haciendo lo mismo que hace en otras tantas películas. Como en anteriores entregas los mejores momentos son los que nos ofrecen los imprescindibles Owen Wilson (El gran hotel Budapest) y Steve Coogan (Philomena), de aplauso, en especial su presentación frente a un ordenador. No por méritos, pero si por que ya no están con nosotros, hay que mencionar las apariciones de Robin Williams (El mayordomo) y Mickey Rooney (Los Muppets) . Una pena que este haya sido su ultimo trabajo.
En resumen, Noche en el museo: El secreto del faraón es un encargo o una cinta que se hace porque los responsables quieren dinero rápido. No es que las anteriores entregas fueran obras maestras, pero estaban entretenidas. Esta no llega aburrir, pero se nota que esta hecha con pocas ganas.
Lo mejor: Un cameo muy gracioso llegando casi al final de la cinta.
Lo peor: Rebel Wilson antes hacia gracia, ahora ya cansa con lo mismo.
Puntuación: 4/10
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