Tras la desastrosa secuela de una cinta maravillosa, que debería haberse quedado en un único titulo, llega a nuestras pantallas una tercera entrega, que si bien es superior a la segunda, no es del todo necesaria, pues solo aporta mucho más Will Smith a la saga. Destaca Josh Brolin, por encima de todo, y el resultado general es entretenido, si eres un niño o vas acompañado de ellos.
Recuerdo que en las anteriores entregas de la saga, el nombre de Will Smith venia precedido por el de Tommy Lee Jones, algo que en esta entrega se ha perdido totalmente, primero por que Lee Jones aparece mas bien poco en la cinta, y por que los tiempos han cambiado y la estrella ahora es Smith, por lo que nos encontramos en una cinta con, por, para el lucimiento de el príncipe de Bel Air.
Con una premisa de viaje en el tiempo, J (Smith) deberá impedir que asesinen a K (Lee Jones/Brolin) en 1969. Esta nueva aventura arranca con un prologo increíble, para hacernos bostezar minutos después hasta que Smith viaje al pasado. Aquí la película gana un poco más pero no es hasta su espectacular última secuencia donde consigue atraer por completo al más maduro espectador, pues todo lo relacionado con el pasado, entretiene pero es demasiado infantil, carece de la inteligencia del guión de la primera entrega. También se repiten muchos chistes de las entregas anteriores y eso también cansa un poco.
Barry Sonnenfeld (La familia Addams) es el que más cumple de todo el equipo. Una planificación interesante para poder lucir las 3D, que están muy bien, en especial en las citadas secuencias del prologo y el final. Se le puede acusar que la película requiere de un formato scope para que las secuencias de 1969 luzcan más, pero me imagino que se opto por el panorámico para así llenar menos el cuadro y ahorrar costes.
Los maquillajes de Rick Barker (Un hombre lobo americano en Londres), siguen siendo espectaculares, atentos a la fiesta a la que acuden los protagonista en 1969, festival del maquillaje. Sin embargo los efectos especiales dejan algo que desear, en algunos momentos, se nota demasiado la pantalla verde detrás.
La música de Danny Elfman (Sombras tenebrosas) no termina de convencer del todo a pesar de mantener el excelente tema original, pero es eso, parece que solo existe ese tema y sus derivaciones con guitarras eléctricas.
Dentro del reparto brilla una figura por si sola por encima de todos, Josh Brolin (Los goonies) quien parece un clon de Tommy Lee Jones con 30 años menos, su manera de andar, sus gestos, e incluso su acento texano, sin duda una de las actuaciones de la temporada. Will Smith (Siete almas) esta en plan príncipe de Bel Air, es decir, soltando gracietas sin parar y cerrando los chistes como hacia en tan mítica serie.
En resumen, estamos ante una cinta que no aporta nada al género, ni a la saga, donde todo gira alrededor de la estrella de turno. Hay que reconocer que es una buena opción para ir con los más pequeños, pero dista mucho de lo que se apunto en la primera entrega.
Lo mejor: Josh Brolin.
Lo peor: Ahora resulta que toda la saga gira en torno al personaje de Will Smith.
Puntuación: 4/10
Ficha artística y técnica
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