El universo de Spider Man es muy rico en personajes, unos más interesantes que otros, pero siempre han sido personajes que han tenido algún peso dentro de las aventuras del hombre araña en los comics. Por ahora todo lo que habíamos visto de este universo habían sido a los villanos como Venom, Carnage o Morbius, y dentro de poco llegará Kraven, y ahora tenemos a un personaje que, sinceramente, desconocía como es Madame Web, una especie de heroína que tiene el poder de ver el futuro y moverse por el entramado vital. Por lo que se había visto en los diferentes adelantos, la premisa de la cinta y como podría estar enfocada era interesante y podría haber dado para mucho juego, pero en lugar de eso, Madame Web se mueve entre el hastío, el aburrimiento y no saber muy bien por donde enfocar nada de lo que te están contando. Las escenas de acción se quedan en escenas porque de acción tienen más bien poco. El intento de mantener el spiderverso vigente poco a poco parece que se va apagando, que las películas se hacen en piloto automático y que realmente no tienen demasiado que ofrecer más allá de ver a un nuevo personaje en pantalla.
Madame Web parece una película hecha a principios de los 2000. Una película que juega en la liga de Daredevil o Catwoman. Es una película que tiene unos movimientos de cámara más propios de un videoclip que de una película, en donde muchas veces cuesta asimilar donde estamos. Y es que la acción de Madame Web brilla un poco por su ausencia. Como escenas de acción no tenemos ninguna propiamente dicha, sino que más bien nuestros personajes tiene que ir huyendo como pueden del villano de la función, un pseudo hombre araña con poderes que se viste como Spider Man, pero en una época donde Spider Man todavía no existe. Tenemos a personajes propios del universo Spider Man como Ben Parker. Y, quizás, lo que más llama la atención, es que los personajes que se convertirán en superhéroes no se ponen el traje más allá de cuatro flash forward que vemos por las visiones de Madame Web. Y es que todo se va haciendo bola de una manera en donde el guion parece que está escrito por una IA y que repite esquemas que ya hemos visto mil veces: Poderes desconocidos, viaje para conocer más de los poderes, villano que conoce todos los secretos y carreras contrarreloj para intentar salvar la ciudad. Y todo ello metido en una coctelera que no mezcla nunca bien los ingredientes.
Y es que ni siquiera Dakota Johnson parece creer en lo que está haciendo, o si cree no parece demostrarlo del todo. No cambia su semblante en ningún momento, no consigue conectar con el resto de los personajes y tiene momentos que son para taparse los ojos, como ejemplo, un momento que tiene en un flash forward donde pide perdón. Y es que, si el protagonista te falla, el resto ya se cae por su propio peso. Además, la forma que tiene de conectar con el resto de las protagonistas es un poco de aquella manera, haciendo una especie de cruce de caminos muy poco convincente. En el resto del reparto tenemos a Sydney Sweeney, que viene de cosechar un éxito con Cualquiera menos tú, Emma Roberts, desaparecida desde hace algún tiempo, y Adam Scott, que parece que está aquí para poder pagar alguna de las facturas que tiene pendiente. Y es que ninguno de ellos sabe realmente que tiene que hacer en la cinta y solo sueltan frases en piloto automático. Y eso que tiene alguna idea interesante con el tema del futuro, las visiones y demás, pero todo ello queda reducido a la nada por un guion escrito con hastío y sin demasiadas ganas de nada.
En definitiva, Madame Web sigue perpetuando que lejos del hombre araña las películas independientes no tienen demasiado que ofrecer más allá de dar a conocer a un personaje nuevo, ya sea villano o aliado, pero donde la historia nunca termina de funcionar y no son realmente interesantes. Seguiremos esperando esa película que digamos que merece la pena, veremos que depara Kraven cuando se estrene, pero Madame Web hace que el futuro siga pintando muy mal.