Alauda Ruiz de Azúa se ha convertido por méritos propios en una de las voces más importantes del panorama cinematográfico actual. Con Cinco lobitos consiguió dar que hablar con una historia que aunaba la vida y la muerte y, unos años más tarde, revolucionó el panorama de las series con Querer*, una de las mejores series españolas de los últimos años. Seguir la trayectoria de Alauda Ruiz se ha convertido en algo indispensable, no sólo por la calidad de sus obras, sino que siempre consigue sorprender al espectador en todas sus historias con momentos que no se esperan en un primer momento. Por eso cuando se anunció Los Domingos, muchos fuimos los que rápidamente nos interesamos en ella y lo cierto es que no defrauda en absoluto. Los Domingos es una historia sobre religión, pero una historia sobre el fanatismo de los no creyentes, que no pueden ver más allá de lo que ellos piensen, cerrándose por completo a que alguien que tiene fe siga ese camino alejado de su familia y siguiendo a Dios. Los Domingos se va a convertir en una película que dará que hablar y que sigue dejando claro que Ruiz de Azúa con tres obras ha conseguido llamar la atención de todos.
Los Domingos puede llevar a engaños, pues es muy fácil creer que vamos a ver otra cinta donde el fanatismo religioso va a ser el hilo conductor de la historia y todo lo contrario. A medida que vamos entrando en ella, Alauda Ruiz de Azúa va girando poco a poco el relato hacia ese otro fanatismo, el de los no creyentes, que intentarán por todos los medios llevar la razón y no dejar que nadie siga el camino del señor. Este giro, poco explorado en el cine, consigue la fuerza suficiente para hacer interesante el relato y a su vez para dejar ver como todas esas personas que viven algo desde el fanatismo están condenadas al fracaso o a quedar solas. Es muy interesante esta lectura porque nunca hemos sido testigos de algo así, pues siempre la historia intenta ir en la dirección de lo religioso, mostrando como si fuera el mal más absoluto. Y el riesgo que toma Alauda Ruiz de Azúa en muchos momentos de la cinta es de aplaudir, pues no realiza una cinta de grises, sino que siempre parece posicionarse en un lado de la historia.
Y es que también tocar el tema del amor es importante, porque aquí estamos hablando de dos tipos de amor, el amor familiar y el amor a Dios. Mientras la cinta comienza con el amor familiar y como eso une a esta familia, a medida que Ainara va entrando en el mundo religioso, el amor familiar se va descomponiendo, poniendo todo el foco en el personaje de Patricia López Arnaiz (Los destellos), y el amor a Dios va cogiendo forma haciendo que todos vayan aceptando que Ainara quiere convertirse en monja, menos el personaje de Patricia, el cual comienza con toda una familia a su alrededor y termina sola. Porque otra cosa de los fanatismos es que llevarlos al extremo termina perjudicando por completo a las personas y dejándolas solas en el mundo. Patricia López Arnaiz sigue demostrando porque es una de las mejores actrices de la actualidad, pero es que la aparición de Blanca Soroa es espectacular, con una interpretación llena de matices, de sutilezas y de saber estar en cada momento que asusta que sea su primer papel.
En definitiva, Los Domingos es una obra valiente, necesaria y que es capaz de abrir nuevas perspectivas en el cine español al abordar la fe, el amor y el fanatismo con una honestidad poco común en el actual cine español. Alauda Ruiz de Azúa demuestra una vez más su capacidad para desafiar lo establecido e invitando a reflexionar sobre la complejidad de las creencias y los lazos familiares, y recordándonos que, al final, el mayor riesgo es negar al otro la posibilidad de buscar su propio camino. Una película imprescindible que deja huella y confirma a su directora como una voz imprescindible de nuestro tiempo.


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