Pilar Palomero creo que es una cineasta única. Es una directora que, tras tres obras, sigue demostrando que es capaz de sorprender y ofrecer miradas diferentes ante temas que se han abordado durante mucho tiempo en el cine. La gran sorpresa que tuvimos fue cuando ganó el Goya a la mejor película por Las niñas, un debut que dejaba entrever la calidad de la directora zaragozana. Su segundo largometraje, La maternal, no solo siguió demostrando que su obra debut no fue de casualidad, sino que teníamos una directora capaz de ofrecer una mirada mucho más cercana, crítica y esperanzadora en ciertos temas. Ahora, dos años después de aquella, Pilar Palomero regresa con una obra realmente intimista, con una tristeza especial y que termina por ser una obra que abraza la vida y da esperanza aquellos que seguimos vivos. Porque sí, Los destellos es una obra que habla del final de una vida, pero también habla de la empatía, del perdón y de saber dejar atrás cualquier rencor que se tenga, por muy difícil que parezca.
Creo que una de las cosas que diferencian a Pilar Palomero del resto es que todas sus obras tienen similitudes, pero a la vez son diferentes entre sí. Es capaz de contar la infancia en un colegio de mujeres hasta ver como se trabaja, y como es, un centro de chicas embarazadas. Los destellos posiblemente sea su obra más intimista, su obra más pausada y su obra donde no da rodeo alguno para contar la historia, sino que es concisa en todo ello. El tema que trata no es sencillo, hablar de la muerte de una persona que ves que su vida se va apagando sin poder hacer nada por ello, es complicado, pero Pilar consigue que en todo momento tengas una sonrisa en la boca, viendo como los personajes celebran por todo lo alto el estar vivos, hacer más llevadero el final a la otra persona y ser felices. Y eso lo consigue sin sentimentalismos de más, sin hacer hincapié en las heridas y, en eso, celebrar lo que tenemos por delante, que es mucho y bueno. La cámara de Pilar es cercana, mostrando en todo momento los sentimientos de los personajes y si la aleja es para mostrar un distanciamiento o algo complicado. Y es que posiblemente todos los trucos cinematográficos lo tengan Pilar en esta película.
Los destellos está trabajada desde el guion hasta sus actores. El guion porque la historia va a lo que va sin detenerse demasiado en sobre explicar y dejar al espectador que sea quien se haga una idea de aquello que está viendo. Y sus actores porque todos consiguen crear personajes realistas, del día a día y con los que son fáciles empatizar. Patricia López Arnaiz lleva casi todo el peso dramático de la historia, siendo la imagen de la propia película y la que nos trasmite todo lo que está sintiendo en cada momento. Antonio de la Torre no se queda atrás como ese hombre que ve su vida apagarse por momentos y que intentará no ser una carga para su familia. Pero creo que las grandes sorpresas son Julián López haciendo un papel serio, después de infinidad de comedias, y que convence en todo momento. Lo malo es que Julián López es gracioso en todo momento, pero aquí consigue evitar ciertos tics para no salirse del personaje. Y Marina Guerola, que consigue emocionar de verdad en ciertos momentos dando una interpretación realmente única, verdadera y bonita.
Con el cine de Pilar Palomero no me atrevería decir cual es su mejor obra, pues las tres que tiene en su haber son realmente hermosas, llenas de vida y tienen algo especial. En su tercer largometraje, Pilar Palomero ha decidido ser más intimista, contar una historia mucho más comedida y centrada en algo particular sin salirse de ello. Por ello creo que estamos hablando de una de las mejores películas de año y seria candidata a luchar por todo lo que se proponga. Reid, llorad, perdonad y abrazad porque nunca sabréis cuando puede ser la última vez en hacerlo.