El cine de superhéroes está cambiando. Poco a poco, esas historias que parecían únicamente destinadas a un público adolescente, han ido evolucionando y dejan un poso más profundo que cuando empezaron. Se han vuelto, o eso intentan, más adultas. Con esto no quiero decir que el cine de superhéroes nunca haya sido un cine destinado a ese público, pero desde El caballero oscuro (la cima absoluta del cine de superhéroes), han querido tener tramas más profundas, centrarse en las relaciones humanas y crear un conflicto más allá de nosotros somos los buenos y vosotros los malos. Logan es una historia sobre el pasado, sobre hacía dónde nos lleva el futuro y que hay que vivir en el presente en el que estamos. También que el mundo cada vez es más hostil y que donde creíamos que estaríamos a salvo, ya no lo estamos. Logan es la consagración de un cine que no busca anclarse en lo de siempre, sino que intenta dar sentido a una evolución. Y lo consigue con creces.
Logan no busca ser una película accesible para todos, pues quiere desmarcarse de convencionalismos (aunque en ciertos puntos de la misma caiga en ellos). Logan camina por senderos violentos, sangrientos y mal sonantes. Es una película que da al personaje lo que pedía desde su aparición en X-Men allá por el año 2000. Y James Mangold, después de intentar con Lobezno Inmortal, dar al personaje otro aura más personal y oscuro, ha conseguido crear la película de superhéroes que mejor recrean los miedos y las necesidades de estos supuestos héroes. Logan no es una cinta de acción al uso. Sí que tiene su dosis alta de escenas de puñetazos, garras y demás. Pero en el fondo quiere ser una cinta que marque un camino, que la acción simplemente sirva para tener al espectador boquiabierto mientras cuenta algo más profundo. Y en el caso de Logan, es la familia. En los X-Men el significado de familia siempre ha tenido otros matices, pues todos los integrantes son desconocidos entre sí, pero al final consiguen unirse y convivir, respetarse como una familia.
En cierto punto de la historia, aparece X-23, la niña que cambiará todo. Sin dejar esto de lado, hay una secuencia donde este significado de familia toma otra dimensión en el mundo. Logan, Xavier y X-23 (o Laura), llegan a la casa de una familia que los acoge por una noche. Durante la cena con esa familia, nos damos cuenta que lo que buscaban durante sus años de escapismo de todos los caza mutantes ha sido estar asentados en un punto fijo, dedicarse a lo que les gusta sin necesidad de matar a nadie y vivir su vida. Logan se desarrolla en un mundo donde todo ya no es lo que era, es casi post apocalíptico, pero en donde los lazos entre los personajes crecen con solo miradas. Después Logan saca sus garras y nos regala secuencias de acción antológicas, llenas de coreografías y sangre. Si, sangre. Logan es violencia en estado puro, por fin las garras de adamantium desgarran, atraviesan huesos y se sienten poderosas. Por fin se han dado cuenta de lo que necesitaba la historia.
Salvo por la duración. Logan se antoja algo excesiva en su metraje. 135 minutos son muchos minutos. La historia se resiente de ello, y la narrativa se pierde, se meten tramas innecesarias y otras tantas se alargan. Mangold sabe hacerla entretenida, pero no consigue que todos sus tramos pasen igual. Pero cuando todo parece que no va a salir a flote llega Dafne Keen y todo se soluciona. La joven actriz consigue comerse todas las escenas en las que aparece sin decir ni una sola palabra durante una hora y media. Luego habla, pero los momentos que tiene son realmente memorables. Hugh Jackman (Eddie El Águila) realiza quizás su mejor interpretación del hombre de las garras de adamatium. Patrick Stewart (X-Men: Días del futuro pasado) también tiene sus momentos y uno especialmente divertido.
Logan es lo mejor que se ha hecho sobre el héroe de los X-Men, incluso de los propios mutantes. No es perfecta, pues su duración se antoja demasiado excesiva. Pero su guion, su historia y sus personajes consiguen hacer que la película crezca, en especial la pequeña protagonista. Logan realmente es una película imprescindible, no solo para los amantes del cine de superhéroes, sino para todos los amantes al cine de acción.
Lo mejor: Su historia y el tratamiento del personaje. Dafne Keen.
Lo peor: Su duración.
Puntuación: 8/10