El director danés Thomas Vinterberg (La caza) se aleja un poco de sus películas más independientes y personales para adentrarse de lleno en el cine con más pretensiones comerciantes con Lejos del mundanal ruido, adaptación de la novela homónima de Thomas Hardy. El resultado es una película que no aburre pero tampoco entusiasma. Carey Mulligan (A propósito de Llewyn Davis), Matthias Schoenaerts (Suite francesa) y Michael Sheen (Matar al mensajero) son el trío protagonista.
Estamos a finales del siglo XVIII y una muchacha lucha contra los cánones que la sociedad ha establecido a las de su clase, es decir, ser una señora casadera y ama de casa. Un buen día hereda un casoplón que incluye tierras y ganado. Para dirigir la gran mansión contrata a un pastor que tiempo atrás le había «tirado los trastos», y que no pasa por su mejor momento. Paralelamente, al lado del casoplón vive un «soltero de oro», por el que suspiran todas la muchachas del pueblo. Y para rematar la jugada, aparecen en escena un joven y apuesto militar que ha vivido un desengaño amoroso recientemente. Lejos del mundanal ruido viene a contar como la muchacha lidia con estos tres muchachos, a la par que se enfrente a responsabilidad de ser la patrona de una granja. Dicho así, suena interesante, y así es hasta que no se entienden muy bien los saltos temporales, la reiteración de algunas situaciones, y la aparición de desaparición de algunos personajes cuando la trama se centra en ellos. Un desastre propiciado por un excesivo uso de la tijera en el montaje.
Thomas Vinterberg es un director que se caracteriza por sostener mucho el plano, crear imágenes muy bellas, y dejar que el espectador piense mucho en lo que esta viendo. Aquí esto le funciona a ratos, es decir, cuando nos muestras esos increíbles planos del amanecer, el horizonte… pero luego a la hora de narrar la acción cotidiana resulta bastante soso. Hay que reconocer que su excelente fotografía salva muchos momentos, y que tampoco le ayuda la reiterativa sinfonía compuesta por Craig Armstrong (El gran Gatsby (2013)).
El reparto es bastante irregular, y algunos momentos parece que están fuera de tono. Imaginamos que es por ese montaje donde pasamos de un momento a otro sin saber cuanto tiempo ha pasado. Carey Mulligan, recuerda aquella parodia de Chuck Norris en el programa Muchachada Nui. Siempre tiene la misma expresión. La quieren o la abandonan y pone la misma cara de no saber muy bien donde esta. Matthias Schoenaerts tampoco esta muy acertado. Es un pastor de ovejas metido a granjero, pero hay momentos que parece un “machaca de gimnasio”. Es verdad que es muy superior a Mulligan, pero tampoco para aplaudirle. Mejor suerte tiene Michael Sheen, el gales esta impecable como siempre, aunque ve mermada su interpretación gracias a ese incomprensible montaje. Otro que resulta insoportable, y casi irrisorio, es Tom Sturridge (En la carretera), atentos a su momento “espada”, no sabemos si reír o llorar.
En resumen, Lejos del mundanal ruido es bastante decepcionante. Parte se debe a los los mil y un remontajes que ha debido sufrir antes de su estreno, pero en general la película no aburre. Es verdad que todo nos da como un poco igual mientras la estamos viendo, pues no terminamos en enganchar con los personajes, pero no es una película que resulte molesta de ver.
Lo mejor: La fotografía y Michael Sheen.
Lo peor: Las elipsis temporales no quedan nada claras.
Puntuación: 4/10