La serie Divergente: Leal: ¡Vaya jaleo!

Parecía que era casi imposible superar el tostón que supuso la segunda entrega de La serie Divergente, subtitulada Insurgente, pero esta tercera entrega es más de lo mismo, más aburrida y con mucho más dialogo (y menos acción) que sus dos predecesoras. Tras la cámara el “innovador” (estoy siendo sarcástico) Robert Schwentke (R.I.P.D. Departamento de Policía Mortal), responsable de la anterior entrega. Vuelven a correr sin despeinarse en la pantalla la guapa Shailene Woodley (Bajo la misma estrella), el guapo Theo James (Supercutres) y el gracioso Miles Teller (Cuatro Fantásticos).

Theo James y Shailene Woodley en La serie Divergente: Leal

Theo James y Shailene Woodley en La serie Divergente: Leal

Pues resulta que tras lo sufrido en Divergente e Insurgente, nuestra protagonista (Woodley) se enfrente a otra capa más alta de esta sociedad distopica. El caso es que el argumento es una especie de popurrí de las dos anteriores películas, donde premia el dialogo sobre la acción. Otra vez se nos vende la idea de que todos los adultos son malos y los jóvenes son muy listos. Una idea que ya comienza a cansar. También hay momentos donde podemos llegar a confundirnos de saga, ya Leal tiene muchos paralelismos con otra saga de moda, la de El corredor del laberinto. Y lo mejor de todo es que esta ultima entrega se ha divido en dos, es decir, se apunta a la moda de dividir el ultimo libro en dos partes, pero aquí han sido más sutiles y el ultimo capitulo no tiene un 2 en el titulo, sino otro subtitulo, Ascendente. De la aparición y desaparición de personajes en algunas escenas hablamos otro día (¿cómo llega el personaje de Maggie Q al coche de fuga?).

Schwentke vuelve a demostrar que es un macarra a la hora de mover la cámara, el único problema es que no puede alardear de ello ya que Leal apenas tiene secuencia de acción. Esta nueva entrega es un cruce entre una película de la Cannon y un intenso drama de luchas entre las clases bajas y altas de época, y claro en estas segundas predomina el aburrido plano/contraplano con chroma al fondo. Leal no ha tenido que ser muy cara, a tenor de sus efectos especiales de consola de ultima generación.

Jeff Daniels en La serie Divergente: Leal

Jeff Daniels en La serie Divergente: Leal

Shailene Woodley es muy guapa, por eso en las secuencias donde todo esta sucio y mugriento, ella luce una melena limpia y sedosa, algo que ya consigue que no nos creamos la interpretación de esta joven. Lo mismo ocurre con James. Este parece que sigue en su anuncio de colonia, tiene las mismas expresiones que la fragancia le aporta en su promoción. Teller repite el mismo papel de Judas de las dos anteriores entregas. Quizá este un poco mejor que el resto, ya que es consciente del producto en el que se encuentra, y en algunos momentos alardea de ello.

En resumen, La serie Divergente: Leal es una película de la que se desconecta a los 10 minutos de empezar, ya que en esos primeros minutos hay un resumen de anteriores entregas y un planteamiento rápido de esta nueva entrega, algo que puede llegar a derretir un cerebro. Tampoco ayuda que en sus dos horas de duración solo haya tres escenas de acción. Lo dicho, para fans de los libros y poco más.

Lo mejor: Que ya solo queda una entrega para acabar es martirio.

Lo peor: Es aburrida y repetitiva.

Puntuación: 2/10

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