Basada en la novela de corte juvenil del mismo titulo, escrita por Markus Zusak en 2005, por fin llega a nuestras pantallas La ladrona de libros. Dirigida por Brian Percival (Downton Abbey) y protagonizada por la ascendente Sophie Nélisse (Profesor Lazhar), y los míticos Geoffrey Rush (La mejor oferta) y Emily Watson (Anna Karenina), La ladrona de libros es una cinta bastante decepcionante donde todo parece que va ser mucho y luego nada.
En plena Segunda Guerra Mundial, una niña alemana es dada en adopción a una familia un tanto pobre. A través de los ojos de ella y sus familiares veremos un retrato un tanto lacrimógeno de lo que supuso esta guerra para los judíos. Ella no sabe escribir ni leer pero pronto su nuevo padre pondrá remedio a eso, y se convertirá en una devoradora de libros. El guion es muy aburrido, tarda en arrancar. Curiosamente apuntare que la película y la novela se titulan La ladrona de libros, cosa que vemos en una secuencias y luego en otra de pasada, un concepto que no queda claro. Los personajes son aburridísimos, el más interesante, que es el vecino rubio, se desdibuja por momentos para al final coger algo de fuerza cuando el respetable ya no ha enfatizado con él. Han querido hacer una historia emotiva y tierna y solo han conseguido hartar al publico.
Tampoco ayuda mucho la dirección de Brian Percival. Este director curtido en la televisión no ha sabido adaptarse al gran formato. La cinta arranca bien, con unos planeos aéreos de un tren, y con la cámara atravesando el humo de la locomotora para introducirnos en un vagón, pero todo esto se pierde cuando llegamos a la casa donde vivirá la protagonista. Más adelante y con el recurso narrativo de plano de situación nos movemos por el pueblo donde acontece la historia, sin mayor emoción o sentimiento que el que los actores intentan desprender.
De la tan comentada partitura musical de John Williams (Lincoln) apuntar que repica a un grandes éxitos de toda su carrera, poco suena a material nuevo. Aun así es John Williams y se agradece que este ahí para hacer más ameno el metraje, que alcanza los 130 minutos.
Lo más interesantes de la cinta es el elenco protagonista donde brillan con luz propia Geoffrey Rush y Emily Watson. El primero es un papel tierno, encantador, de esos que tanto disfruta el actor australiano. Y la segunda esta fabuloso en el papel de esa madre postiza que oculta sus sentimiento a favor de criar una hija más dura, magistral. Sophie Nélisse realiza un trabajo interesante pero aun le queda un camino por recorrer. Su mirada apunta maneras pero le falta un poco más de rodaje.
Escribiendo estas líneas hago un inciso para apuntar la cantidad de veces que nos quejamos cuando llega una cinta española sobre la Guerra Civil a nuestras pantallas, pero no decimos nada cuando se vuelve a tocar el conflicto entre judíos y alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Es el mismo efecto. Fin del inciso.
En resumen, a tenor de su estupendo trailer, esperábamos una cinta con algo más de sentimiento, algo más, que a pesar de sus defectos, fuera capaz de engancharnos a la butaca, pero no. La ladrona de libros es el primer gran “bluf” de este 2014.
Lo mejor: Geoffrey Rush y Emily Watson.
Lo peor: Es aburrida y carece de emoción.
Puntuación: 3/10