Es curioso como muchas películas consiguen llegar al espectador de una forma que dicho espectador no pensaba. A mí me ha ocurrido con La consagración de la primavera, la nueva película de Fernando Franco. Me gustó La herida, pero en Morir no conseguí entrar en su propuesta, la cual terminó aburriéndome, pero con La consagración de la primavera entré de primeras en lo que quería contar, en la forma que tiene de contarlo y como se va desarrollando la acción de los acontecimientos. Fernando Franco realiza una historia de las primeras veces realmente espectacular. Una historia de amores, de amistad y de descubrimiento, un descubrimiento que no para en ningún momento de la vida. Valeria Sorolla crea un personaje realmente conmovedor, real y que muchos podremos sentirnos identificados con sus miedos y sus ilusiones, igual ocurre con Telmo Irureta, que consigue emocionar y hacer reír por partes iguales. La consagración de la primavera es maravillosa.
La consagración de la primavera pone sobre la mesa un tema complicado, que muchas personas no ven con buenos ojos como es la asistencia sexual a personas con discapacidad motora. Es un tema polémico, y del que se escribirán ríos de tinta, pero que Fernando Franco consigue en todo momento tratar con respeto, sin juzgar y haciendo que sea el espectador quien reflexione sobre ello. La película aborda como una joven, Laura, conoce a David, un chico con discapacidad del que se hace amiga. A lo largo de sus visitas, Laura descubre que quiere ayudar a David, de alguna forma, y eso es siendo su asistente sexual. Seguramente muchos puedan pensar en mil cosas al ver el tema, pero hay que mirar mucho más profundo para entender que realmente la cinta habla sobre las primeras veces, sobre estar preparado para algo e intentar salir adelante. Es una cinta con una mirada preciosa sobre la amistad y el amor, sobre el sexo y sobre como puede cambiar todo lo que creemos conocer de un momento a otro.
Y es que Fernando Franco quiere abordar el tema principal, pero sin olvidarse del resto, de las primeras veces, del miedo que puede llegar a provocar. Y es algo que se ve perfectamente en la interpretación que hace Valeria Sorolla. En todo momento la actriz consigue trasmitir miles de emociones que llegan al espectador como puñales que, poco a poco, se van clavando en el espectador hasta conseguir la emoción, conseguir ponernos en su situación y pensar como ella piensa. Es una de las grandes interpretaciones del año, en donde las miradas, los silencios dicen muchas veces más que las palabras. Y Telmo Irureta consigue emocionar con su historia. Consigue que se abra el debate alrededor de lo que atraviesa, de que el sexo no tiene porque ser tabú para personas con discapacidad y que ellos también tienen el derecho de poder disfrutarlo. Son dos interpretaciones realmente emocionantes y llenas de matices. También destaca la de Emma Suárez, donde consigue convencer como la madre de David y dota a su personaje de la sobriedad que necesita.
La consagración de la primavera es una de las mejores películas españolas del año. Es una muestra más que si se consigue crear un buen relato alrededor de un buen tema la cosa fluye. Valeria y Telmo emocionan con sus interpretaciones. Fernando Franco ha conseguido su mejor película hasta la fecha con un tema que podría haber caído en el morbo pero que en ningún momento hace de ello algo morboso. Maravilla.