La animación también debe estar en crisis, sino no se explica como últimamente llega tanto largometraje basado en serie de televisión y pocas ideas originales. La última en llegar es La abeja Maya: La película, basada en la serie de televisión del mismo nombre creada por la Nippon Animation Company en 1975, que a su vez se basaba en un libro del escritor alemán Waldemar Bonsels, publicado en 1912. La animación de la cinta es de saldo y el guión es para niños de 0 a 3 años, es decir, La abeja Maya: La película es un producto bastante lamentable para los tiempos que corren.
Asistimos al nacimiento de Maya, a sus impertinencias e inquietudes, a sus primeras amistades con Willy, Flip, Tecla, y muchos más, y por sus puesto a su momento heroico al salvar la colmena de la tiranía de la maligna ayudante de la reina. A simple vista el argumento parece interesante pero no lo es. Nos encontramos ante un argumento muy simple, tan sencillo que resulta molesto a los ojos del adulto que acompaña al niño. Y es que es un argumento muy, muy infantil, para niños muy pequeños, donde quizá aquellos que estén ya en primaria les resulte aburrido. Es verdad que la serie de televisión era igual, pero han pasado más de 30 años, y hay cosas que hay que renovar o dejar donde están.
Tampoco ayuda mucho que los encargado de esta perla en 3D sean australianos y no japoneses como sus creadores. Quizá estos últimos hubieran conseguido una animación más actual que los otros, ya que, parece que viajamos al pasado de la animación, con paisajes que rozan el hieratismo, y personajes cuasi planos (si, son redondos, pero no tienen textura).
Los responsables de esta aberración son Alexs Stadermann y Simon Pickard, dos curtidos animadores de películas relegadas a videoclubs, que también han hecho sus pinitos en el mundo de los efectos especiales en cintas como La brújula dorada (si, tiene un Oscar a dichos efectos, pero no era merecido) y también en el sector del videojuego. Tras leer el curriculum de estos señores entendemos muchos de esa animación tan paupérrima. Una cosa que llamara la atención a los espectadores españoles es el parecido de dos hormigas con trancas y barrancas del programa El hormiguero, ¿plagio, casualidad, u homenaje?
Sorprendentemente, quienes crecimos con el original en TVE, recordaremos que Willy, el zángano, tenia una voz muy especial, como de cansado o fumado (táchese la que proceda), que en la versión original no tiene. Otro de los grandes acierto o desaciertos del doblaje de este país.
En resumen, La abeja Maya: La película es una cinta demasiado infantil de una calidad bastante pobre. Este personaje necesita una reinvención para poder combatir con todos los productos que hay en el mercado actualmente.
Lo mejor: Que dura 79 minutos.
Lo peor: Es demasiado infantil.
Puntuación: 2/10