Kill Boy: Final Fight Movie Arcade Edition

El cine y los videojuegos siempre han estado muy unidos. Son muchas las películas que nacen de un videojuego (la saga Resident Evil, Uncharted…) o, a la inversa, muchos videojuegos nacen del éxito de la películas (Alien, Avatar…) y ahora nace Kill Boy que es una cinta de acción con una estética muy de videojuego de pelea, que evoca en todo momento a la grandes recreativas de los años 90. Visualmente impactante, pero previsiblemente aburrida en su historia, Kill Boy está dirigida por el debutante en el mundo del largometraje Moritz Mohr (Viva Berlin!) y protagonizada por Bill Skarsgård (John Wick 4), Jessica Rothe (El traficante), Famke Janssen (Los caballeros del zodiaco) y Sharlto Copley (Monkey Man).

Bill Skarsgård en Kill Boy

Bill Skarsgård en Kill Boy

Un chico sordomudo, que ve asesinar a su familia con sus propios ojos, es entrenado por un chamán para llevar a cabo su venganza en un mundo distópico. Esta es básicamente la premisa de Kill Boy, un guión muy trillado, que a pesar de usar la voz en off del propio personaje para guiarnos por el argumento, se hace largo e interminable. Kill Boy es un ejercicio de acción narrado que termina agotando al espectador, y sus sorprendentes giros argumentales no son tan asombrosos. Lo único interesante es alguno chistes introducidos por dicha voz en algunos momentos muy locos. También hay que apuntar que el argumento tiene cierto aire a Perseguido, el film protagonizado por Arnold Schwarzenegger en 1987.

De lo que sí puede presumir Kill Boy es sus elaboradas secuencias de acción. Desde ese montaje de entrenamiento con el que prácticamente empieza la cinta hasta esa batalla en el plató de televisión con la que casi concluye, todo luce espectacular, desde las coreografías hasta la virguerías visuales que muestra Moritz Mohr en su dirección. Y sin reparar en litros de sangre, algo que muchas cintas de este corte parecen haber olvidado.

El pequeño de los Skarsgård parece que se empieza hacerse un hueco fuera del terror, y la verdad es que el muchacho da muy bien en cámara. Una pena (o un acierto) no poder escuchar su voz, pues para seguir un poco con el juego del mundo del arcade su voz en off es la de H. Jon Benjamin, actor de doblaje con una voz que recuerda mucho a las de los videojuegos épicos. A Rothe, como tal, no la vemos prácticamente repartir estopa, pues en sus escenas de acción casi siempre lleva un casco de moto, pero su carisma está presente.

Famke Janssen en Kill Boy

Famke Janssen en Kill Boy

En resumen, Kill Boy es la carta de presentación de un director alemán que pretende labrarse un futuro en Hollywood. Una pena que la historia no sea todo lo divertida y entretenida que prometía y es que 111 de acción sin ningún argumento que lo sostenga, resulta un poco insoportable, y es que su humor tampoco termina de rematar, después de sus primeros 30 minutos pierde toda su gracia.

Lo mejor: La dirección de Mohr y su estética de arcade.

Lo peor: A los 30 minutos estás deseando que termine.

Puntuación: 3/10

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