Con un rodaje lleno de problemas y barullos de todo tipo, Guerra Mundial Z por fin consiguió ver la luz al final del túnel. Se perfilaba desde hace tiempo como una pieza esperada, pues es de sobra sabido que vivimos una “nueva era zombie”, y que es un género que atrae masas a las salas de todo el mundo. Ese rollo post-apocalíptico también está muy de moda desde hace unos años, y todo lo que tenga que ver con el fin de nuestro mundo o o la extinción de la raza humana está a la orden del día. Es curioso, porque parece que ya no queda mucho que contar en estos temas. Se agotan las ideas y al final todas las historias de este género se acaban basando en el estoicismo del personaje principal. Véase Soy Leyenda, o la misma Guerra Mundial Z también es un ejemplo claro.
En la dirección se encuentra Marc Forster (Monster´s ball). Este director alemán ya ha dirigido unas cuantas películas de renombre, como la penúltima entrega de James Bond, 007: Quantum of Solace. También Descubriendo Nunca Jamás, o Cometas en el cielo. Yo personalmente pongo en duda hasta que punto a contribuido Forster en las labores de dirección de Guerra Mundial Z, pues muchos de los problemas que acarreó el rodaje se debieron a roces que el mismo director y el productor y protagonista de la cinta, Brad Pitt (Se7en), tenían continuamente, o al menos eso parece ser. Hay algo que en la industria del cine que está muy claro, y es que quien pone la pasta decide y tiene a fin de cuenta más mano que nadie, y si encima tiene las cámaras centradas en él, para que queremos más.
La cosa es que la película es como un continuo book de planos de Brad Pitt, desde el principio hasta el final. Todos sabíamos antes de Guerra Mundial Z que Pitt es un grandísimo actor, que para mí ha mejorado mucho con los años, y que aún le queda. Por eso creo en cierta manera que estas cosas de lucirse estilo Will Smith e hijo no le hacen ninguna falta. Guerra Mundial Z está basada además, en la novela homónima de Max Brooks. Yo no la he leído, pero parece ser que poco tiene que ver con la historia que se ha llevado a la gran pantalla. El protagonista, Gerry Lane, un empleado de Naciones Unidas es el encargado de buscar una cura a una pandemia que se extiende por todo el planeta, y que poco a poco está acabando con la humanidad convirtiendo a esta en unos zombies ansiosos por morder a todo bicho sano. Va recorriendo varios lugares de la tierra, no sin encontrar obstáculos y barreras y teniendo que dejar a su familia atrás.
No salí muy contento de la proyección, pues al fin y al cabo Guerra Mundial Z reúne muchos de los tópicos que ya hemos conocidos en otras películas de zombies. Poco a poco vamos encontrando detalles que no sólo no gustan, si no que hacen también que nos llevemos las manos a la cabeza. Dentro del género zombie puede haber ideas descabelladas…¿pero tanto?. A mi al menos me arrancaron alguna que otra risotada. Tiene además unos cuantos errores que no conviene contar por aquí, pero que si uno es algo avispado se dará cuenta. Luego está el tema más importante para mí, que es que acusa muy seriamente una carencia de violencia y de sangre. Guerra Mundial Z acaba teniendo el mismo grado de violencia que un capítulo de Los problemas crecen, y eso es inaceptable.
Del reparto hay poco que decir. Brad Pitt y su Gerry Lane acaparan todos los focos. La película no contiene secundarios de relevancia, salvo a la mujer y a los hijos del protagonista. Hasta Matthew Fox (Perdidos) tenía un papel en el film, pero acabaron recortando metraje y le dejaron con un plano en el que ni siquiera se aprecia claramente si es él.
Lo mejor: Algunas escenas de acción, como las invasiones zombies y las escenas del comienzo.
Lo peor: La ausencia del “gore” que debería estar presente, y que Brad acabe salvando su culo cada dos por tres.
Puntuación: 5/10