Gernika: Amar en tiempos revueltos

El trágico bombardeo sobre el pueblo vizcaíno de Guernica sirve como trasfondo para contar una historia de amor imposible entre un periodista americano y una editora de prensa española en la segunda película de Koldo Serra (Bosque de sombras) titulada Gernika. Es muy posible que el argumento les suene mucho a Titanic de James Cameron. Gernika es un pastiche entre la película protagonizada por Leonardo DiCaprio (El renacido) y Pearl Harbor, el incomprendido entretenimiento de Michael Bay (13 horas: Los soldados secretos de Bengasi). Gernika es un espectáculo vacío que no termina de conectar a pesar de sus muchas virtudes, y es que se les nota demasiado que han querido fabricar el blockbuster perfecto, a la española, y se han quedado en un intento fallido.

James D'Arcy y María Valverde en Gernika

James D’Arcy y María Valverde en Gernika

En plena guerra civil española, los periodistas internacionales intentan hacer su trabajo. La agencia de prensa española hace el suyo, intentando censurar la mala prensa sobre el conflicto, y mientras tanto entre algunos de ellos surge el amor. El famoso bombardeo pone el broche final a la historia. El guion de Gernika quiere contar mucha cosas, y muchas de ellas se pierden por el camino al querer impregnar a la cinta de mucho ritmo. Historias que no se cuentan bien, historias que no interesan e historias que no funcionan son las que componen el guion de Gernika. Como apuntaba en la introducción hay elementos que recuerdan mucho a la laureada cinta de Cameron, y es que Gernika presenta una historia de amor con villano en el triángulo, que curiosamente acaba persiguiendo a la pareja, arma en mano, durante el bombardeo. También hay un momento donde alguien mete un objeto el bolsillo de una gabardina para inculpar al protagonista, otro elemento sospechosamente reconocido en el película protagonizada por Kate Winslet (La modista).

Sin lugar a dudas hay que alabar el excelente trabajo del director Koldo Serra. Estamos antes una súper producción digna de Hollywood donde Serra ha tenido que lidiar con efectos especiales, dirección artística, y actores hablando en hasta tres idiomas diferentes, y nada chirría en ningún momento. Indudablemente al salir de la sala en la cabeza se nos quedará grabado el bombardeo y el excelente plano collage donde todos las historias contadas en Gernika tienen cavidad en el cuadro de Pablo Picasso. También tiene un plano secuencia en una fiesta pre bombardeo muy interesante.

Ingrid García Jonsson en Gernika

Ingrid García Jonsson en Gernika

El principal problema de Gernika reside en que no conectamos con los personajes, que acompañado con planas interpretaciones de su protagonistas hacen que nos importe un comino lo que les ocurra al final del metraje. María Valverde (Ahora o nunca) resulta bastante irritante y el ingles James D’Arcy (El destino de Júpiter) es muy soso. Ingrid García Jonsson (Toro) y Bárbara Goenaga (La punta del iceberg) resultan más interesantes y creíbles, pero sus personajes forman parte de tramas secundarias poco atrayentes.

En resumen, Gernika es un quiero y no puedo. Es una de esas películas que intentas que te guste, pues se nota que la han cuidado mucho, pero no. No conectas con la historia, no empatizas con los personajes, y cuando llega el bombardeo no te emocionas con la vida o muerte de estos personajes. Una pena, prometía mucho.

Lo mejor: La dirección de Koldo Serra y la excelente dirección artística.

Lo peor: Es muy difícil conectar con la historia de amor.

Puntuación: 4/10

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