En incompresible que en la actualidad haya países que puedan prohibir a una persona hacer cine. Esto NO es una película es un documental acerca de como un régimen político ha condenado al director iraní Jafar Panahi a no hacer cine hasta dentro de 20 años.
Jafar Panahi es un director con películas tan prestigiosas como El globo blanco o El círculo, que en 2010 fue arrestado por empezar a rodar una cinta contra el régimen iraní, o al menos eso fue en lo que se fundo la acusación por parte del departamento de cultura. Panahi fue condenado a 20 años de no hacer cine, ni escribir, ni dirigir, no dar entrevistas, y a arresto domiciliario durante 6 años. Actualmente hemos podido saber que lo que se ve en Esto NO es una película, pertenece al pasado año, pues en la actualidad ha sido recluido en una casa a las afueras de la ciudad, y esta incomunicado.
Esto NO es una película relata a manera de documental como es un día en la vida de este director, y mas concretamente como nos cuenta su nuevo proyecto. Si bien no deja de ser un documental con un guión, es decir, todo ya estaba preparado, consigue emocionar por ver la necesidad de un director de contar una historia, y su frustración por no poder llevarlo a cabo.
No estamos ante un cine comercial, sino ante un cine denuncia, por lo que la cinta no es para todos los paladares. Es verdad que resulta interesante como una sociedad puede privar a sus ciudadanos de una cosa tan sencilla como la libertad de expresión.
La película esta rodada cámara en mano, y altera formato digital con grabación de teléfono móvil, lo que le da algo más de vida, a una cinta que al final puede resultar un tanto repetitiva. El director Jafar Panahi comparte el merito con otro director de documentales de su país, Mojtaba Mirtahmasb, quien se encarga de seguirle por toda la casa en sus explicaciones, análisis, y frustraciones.
Como curiosidad apuntar que la película ha tenido que salir de Irán en el pen drive de un amigo del director que viajaba a Europa.
En resumen, estamos ante una película de obligado visionado, solo por conocer el estado del cine en otros países, y conocer la dureza de sus leyes. En el plano emotivo, Panahi conecta muy bien con el público trasmitiéndoles su ilusión de hacer cine, pero su imposibilidad de llevarlo a cabo.
Lo mejor: Panahi explicando en una alfombra la película.
Lo peor: No es cine para todos los públicos.
Puntuación: 8/10
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