Election: La noche de las bestias: Casquería y política

Hace tres años, James DeMonaco sorprendió a muchos con una cinta de terror y suspense ambientada en un futuro donde una vez al año el asesinato estaba permitido durante doce horas. La purga: La noche de las bestias se convirtió rápidamente en una cinta de culto debido a su premisa y a la forma que tenía DeMonaco de enfocarlo. Al año siguiente llegó Anarchy: La noche de las bestias, una cinta que volvía a incidir en la misma premisa que su antecesora, pero esta vez mostrándonos lo que sucedía en las calles. La cinta aumentó la violencia y la acción, pero se quedaba algo corta a la hora de matizar sus lecturas. Pero ahora, dos años después llega Election: La noche de las bestias una cinta que multiplica la violencia por dos y que va creciendo a medida que saca a la luz las diferentes lecturas que critica el director y guionista. Election: La noche de las bestias es la mejor de las tres entregas.

Edwin Hodge y Frank Grillo en Election: La noche de las bestias

Edwin Hodge y Frank Grillo en Election: La noche de las bestias

Election: La noche de las bestias tiene diferentes lecturas para quienes busquen algo más que una película de casquería y acción. Sí, hay mucha casquería y mucha acción. Pero lo que realmente importa es saber los dilemas morales que tiene la cinta detrás. El primero de ellos es que ya la purga se ha convertido en un evento mundial y no sólo americano. Por ello es importante el minuto que se habla de los turistas asesinos o esa secuencia donde una pandilla de rusos van disfrazaos de emblemas americanos. La purga se ha desvirtualizado y se ha convertido en un todo vale para ganar dinero. Y siguiendo con eso mismo, la purga ya no es un evento donde se erradicaba a los lastres de la sociedad. Ya es un evento que hace que cualquier cosa valga para asesinar, como una mala mirada o estar harto de alguien (te das cuenta de la cantidad de parejas en la película que se disparan) vas a por él. Se ha perdido el sentido del mismo.

Esto es lo que hace que la película crezca. Entre escena de acción, sangre, persecución, sangre y humor, James DeMonaco se permite el lujo de meter dilemas morales que hacen que la cinta no sea plana, que tenga algo entre sus manos, cosas importantes. El tema político se toca. Claro. Y no es precisamente una tontería. La crítica a la clase política se da cuando alguien va en contra del régimen establecido se hace lo que sea para erradicarlo…como cambiar las reglas de la purga para que todo el mundo pueda ser asesinado. Y es que DeMonaco ha sabido tocar todos los palos que, en sus anteriores entregas, se quedaban algo cortas. Quizás tocar el tema político resulte más fácil a la hora de criticar y con el tema de la purga detrás, más aún. También estamos ante la entrega más “pulp” de la saga. Todos los participantes de la purga van disfrazados con vestimentas alocadas, con colores chillones y máscaras que realmente dan miedo. Esta estética tan colorida contrasta con el de las calles, oscuros y sin luces.

Kyle Secor y Elizabeth Mitchell en Election: La noche de las bestias

Kyle Secor y Elizabeth Mitchell en Election: La noche de las bestias

Pero Election: La noche de las bestias sigue teniendo un problema: Las decisiones absurdas de muchos de sus personajes. La película puede mejorar otros aspectos, pero las decisiones que toman sus personajes son de no parar de reír. Es la noche más peligrosa del año y estás salvado… ¿lo único que te preocupa es salir a la calle a proteger tu tienda? Lo siento, pero parece algo un poco absurdo. También podrían haber aprovechado más el tema del turismo asesino que se da en la purga, pues hubiera sido un tema realmente bueno. En cuanto a los actores, lo cierto es que sigue destacando el mismo Frank Grillo (Capitán América: Civil War) que vuelve a ser “el punisher” de la purga, pero algo más comedido y con un objetivo claro. Elizabeth Mitchell (Perdidos) está bastante bien en su papel de senadora que corre peligro durante toda la película, y cuando digo peligro…es que realmente temes por ella en toda la cinta, no paras de pensar que no llegará al final de la noche.

En definitiva, Election: La noche de las bestias es la mejor entrega de la trilogía imaginada por James DeMonaco. Tiene aroma a final pero claro, hay un mensaje al final de la cinta que podría plantear una cuarta entrega realmente alocada y desenfrenada. No sabemos aún en que quedará todo esto, pero lo cierto es que es gratificante ver como una premisa que hubiera dado para una película ha conseguido avanzar y plantear temas morales tan complicados como los que hace en la cinta. Election: La noche de las bestias hará las delicias de los fans y de los que amen el cine gamberro, lleno de acción y casquería.

Lo mejor: No sólo es una cinta de acción más, intenta dar algo de lectura a su mensaje.

Lo peor: Ciertas decisiones de los personajes y que no se exploten alguno de los temas que plantea.

Puntuación: 7/10

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