Una de las películas brasileñas más importantes de los últimos años por fin llega a nuestro país. El payaso no sólo viene avalada por premios y una estupenda taquilla en su país de origen, sino por haber sido la película que represento a Brasil en la categoría de mejor película extranjera en la pasada edición de los Oscars. El payaso es una comedia con toques dramáticos, sobre la vida que nos ha tocado vivir.
Un payaso de circo ambulante se debate constantemente sobre su existencia cuando se da cuenta que él es quien tira de un negocio cuasi familiar donde el padre esta más pendiente de otras cosas, y el resto de artistas solo piensan en él como solución a sus problemas. Semejante argumento es de comedia, pero tiene algún que otro apunte de corte dramático que hacen de la cinta toque un poco la fibra sensible del espectador, ya que la conclusión que podemos sacar al final de la cinta es que es un payaso, pero puede ser cualquiera de nosotros. El guión es sencillo y va al grano, en sus apenas 90 minutos se nos han presentado a todos los miembros del circo, sus inquietudes, y el dilema moral de nuestro protagonista que surge cuando una fan le invita a visitar su pueblo, que curiosamente es el lugar de nacimiento de su director, guionista, y protagonista Selton Mello (Lope).
Mello mueve la cámara de una forma muy clásica y tradicional para contarnos esta historia enmarcada en la carretera. Destacamos principalmente el plano secuencia final donde vemos la cámara recorrer las inmediaciones del circo y a sus habitantes, un plano que vale más que mil palabras ya que gracias a el descubriremos el final de algunas historias. El payaso tiene una influencia muy clara del director serbio Emir Kusturica, sus ambientes, sus historias, su fotografía, y su dirección, todo recuerda a este genio loco.
Dentro del elenco encontramos al hombre orquesta de la cinta, Selton Mello, quien se ha reservado también el papel protagonista, muy bien arropado por actores con cierto pedigrí como Paulo José (Pequeñas historias) que interpreta al “pasota” de su padre muy inteligentemente y la niña de moda en Brasil, Larissa Manoela, quien en estos momentos disfruta de un éxito en la línea de Hanna Montana, pero allá en su tierra.
En resumen, El payaso es una cinta bonita, simpática, muy agradable de ver, pero que es muy posible que hayamos visto ya alguna vez, pues lo que cuenta no es nuevo. Es verdad que jugar con metáforas visuales como un ventilador hacen de ella una cinta para comentar y charlar durante horas, pero esta claro que quien busque emociones fuertes no las van encontrar.
Lo mejor: La dirección de Selton Mello.
Lo peor: Algunas historias se apresura en cerrarlas, que no es malo del todo, pero pueden rechinar a los espectadores más exquisitos.
Puntuación: 8/10