Maite Alberdi, una directora con una destacada carrera en el cine documental, nos presenta en El lugar de la otra una película que combina una narrativa de época con temas universales sobre el rol de la mujer en la sociedad y la lucha por la identidad personal. Ambientada en Chile en 1955, la cinta sigue la historia de Mercedes, una tímida secretaria que trabaja para el juez encargado de defender a María Carolina Geel, una escritora famosa que ha asesinado a su amante. La película se mueve entre el melodrama judicial y el drama psicológico, abordando cuestiones clave sobre la construcción de la feminidad, las restricciones sociales de la época y la posibilidad de libertad en un contexto represivo. La trama gira en torno al proceso judicial contra María Carolina Geel, que, tras asesinar a su amante, se convierte en el centro de un caso mediático. Aunque la trama principal puede parecer la historia de Geel, Alberdi cambia el foco hacia Mercedes, una mujer tímida que hasta ese momento ha vivido a la sombra de los hombres de su entorno. A través de su interacción con el caso de Geel, Mercedes comienza a cuestionar su vida, su rol en la sociedad y las limitaciones que ha aceptado sin darse cuenta. Uno de los puntos más interesantes del guion es cómo Alberdi utiliza el proceso legal como un reflejo de la sociedad de la época. Mientras Geel desafía las normas sociales al actuar violentamente contra un hombre, Mercedes representa la mujer que ha seguido todas las reglas, pero que aun así se siente atrapada. Este contraste permite que la película explore los diferentes caminos que pueden tomar las mujeres ante una sociedad patriarcal.
La relación entre ambas mujeres no es directa, pero Geel funciona como un espejo que revela a Mercedes lo que ha reprimido durante toda su vida. Es en la casa de la escritora donde Mercedes encuentra una especie de oasis, un espacio donde por primera vez se enfrenta a sí misma y a sus deseos reprimidos. Las actuaciones en El lugar de la otra son clave para dar profundidad emocional a una película que, aunque tiene una trama sólida, se basa sobre todo en los momentos íntimos y las emociones contenidas de sus personajes. Mercedes interpretada por Elisa Zulueta es un personaje complejo y lleno de matices. Su transformación a lo largo de la película es gradual, y la actriz logra transmitir de manera sutil ese despertar interior que comienza casi imperceptiblemente. Desde sus miradas furtivas hasta su lenguaje corporal, vemos a una mujer que está rompiendo sus propias cadenas mentales, pero sin entender completamente a dónde la llevará este proceso. María Carolina Geel es interpretada por Francisca Lewin con una intensidad que contrasta fuertemente con Mercedes. Geel, una mujer decidida y desafiante, representa una figura fascinante, casi subversiva para la época. La actriz encargada de dar vida a Geel logra transmitir esa mezcla de vulnerabilidad y fuerza, haciendo que el público no solo la vea como una criminal, sino como una mujer compleja que ha roto con las normas que la sociedad le ha impuesto. Los personajes secundarios, como el juez y otros miembros del entorno judicial, son esenciales para reforzar la atmósfera de opresión y control que Mercedes experimenta, y que también ayuda a destacar la valentía silenciosa que ella comienza a desarrollar.
El vestuario en El lugar de la otra cumple una función narrativa importante, ya que refleja la evolución de Mercedes. Al principio, la vemos vestida de manera modesta, con ropa que refleja su posición de subordinación y conformidad con las normas sociales de la época. A medida que la trama avanza, y Mercedes comienza a identificarse más con Geel, su vestuario cambia, adoptando elementos más elegantes y modernos. La vestimenta de María Carolina Geel también es clave para su caracterización. Su ropa refleja su estatus como una mujer adelantada a su tiempo, alguien que no sigue las convenciones y que, a través de su apariencia, proyecta una imagen de independencia y desafío a las normas sociales. Maite Alberdi nos presenta una película cargada de simbolismo y reflexiones sobre la identidad femenina y las limitaciones impuestas por la sociedad. El lugar de la otra no es solo una historia sobre dos mujeres, sino sobre todas las mujeres que, en una época y lugar específicos, se vieron atrapadas por las expectativas y los roles que se les asignaban. El lugar de la otra es una película profundamente introspectiva y emocionalmente resonante, que ofrece una mirada aguda a la vida de las mujeres en una sociedad opresiva. Con actuaciones memorables, un ritmo medido y una dirección que apuesta por la sutileza y la introspección, Maite Alberdi ha creado una obra que desafía al espectador a reflexionar sobre los roles que jugamos en nuestras propias vidas y las decisiones que tomamos al enfrentarnos a ellos.