Los biopics por lo general no arriesgan demasiado a la hora de contar la vida de alguien, casi siempre van por el mismo camino de ensalzar la figura de su protagonista y dejar de lado lo malo que pudo tener. De vez en cuando hay excepciones como Steve Jobs o La teoría del todo, pero en otras muchas nos encontramos con biopics muy académicos y simples. El hombre que conocía el infinito no es un mal biopic, pero cae rápidamente en la repetición y en lo académico al no arriesgar demasiado y poner a su protagonista como un icono que nunca hacía nada mal, y terminar por todo lo alto en un homenaje que podría haberse ahorrado. Aun así, la película entretiene, aunque el tema matemático no resulte nada interesante.
El hombre que conocía el infinito pone sobre la mesa a todos los intelectuales que surgieron de la nada a pesar de las reticencias de los que se creían los mejores, en esta ocasión a los miembros del Trinity College. Así, nuestro protagonista, a toda prisa, intenta convencer a los miembros británicos de que sus suposiciones matemáticas son correctas. Y esto acaba sucumbiendo a lo académico. La historia tiene el potencial como para haber conseguido hacer una historia realmente interesante y buena arriesgando un poco, pero no, tenemos que ser académicos. Y ese es el principal problema de la película, que decide no arriesgar por no ser demasiado crítico con lo que se está criticando, que no es otra cosa que las mentes cerradas de algunos académicos que se piensan que son los mejores.
Matt Brown, debutante, no realiza una mala dirección de la película e incluso en alguna ocasión se marca más de un plano bueno. Pero no arriesga demasiado tampoco, es como si tuviera miedo que la cinta no se entienda demasiado (y eso es por los muchos términos matemáticos que hay en la película), pero esos miedos de no arriesgar hacen que la película no evolucione demasiado. Eso sí, Dev Patel (Chappie) y Jeremy Irons (Batman v Superman: El amanecer de la justicia) están realmente espectaculares. Las muchas escenas juntos hacen que la película mejore mucho, Irons está en modo Irons cabreado y eso se agradece. Y Dev Patel sigue con el piloto automático desde The Newsroom, así que todo bien. El resto de actores también cumplen, lo malo es que son apenas secundarios.
En definitiva, El hombre que conocía el infinito podría haber sido una gran película sino se hubiera tenido el miedo a no arriesgar. Únicamente salvable por lo interesante de la trama, los actores y que no aburre, sino hubiera sido una película que tendría que haber ido directamente a DVD. Aun así, es una cinta pasable.
Lo mejor: Jeremy Irons y Dev Patel.
Lo peor: No arriesga nada.
Puntuación: 6/10