Una de las mejores cosas que tiene J.C. Chandor (Cuando todo está perdido) es que cada una de sus películas es totalmente diferente a la anterior. El director es capaz de contarte la crisis de la banca y luego contarte la historia de un hombre perdido en medio del mar. Ahora vuelve a cambiar de registro y nos regala El año más violento, una cinta de cine negro con tintes de western donde se atreve a poner de manifiesto aquellos años oscuros de la Nueva York de los años 80, donde la violencia tomo acto de presencia para todos aquellos que querían convertirse en los reyes de la ciudad.
El año más violento, como he dicho antes, gira entorno a la violencia que se vivía en Nueva York por conseguir los mejores puestos para ser el señor de la ciudad. Aquí el motivo de la disputa es la adquisición de un muelle de gasolina a pie de puerto que daría a quién lo obtuviese una ventaja sobre el resto de los jugadores. Pues bien, el señor Chandor muestra dicha violencia en las conversaciones, en las situaciones y en las miradas que se lanzan los protagonistas. Es una violencia latente, no física (aunque de esta también hay un poco), pero siempre estamos pegados en la pantalla para ver que es lo próximo que nos tiene reservado el director. Además, la fotografía de Bradford Young (Selma) es otro punto a tener en cuenta, pues juega muy bien con las iluminaciones y el encuadre preciosista.
Esto hace que El año más violento gane enteros, pues a medida que avanza la cinta y vemos como todas las cartas se van mostrando en el tablero la intensidad y lo mejor de la cinta salen a relucir. Y eso es la calma tensa que se vive. Quién espere una cinta de gánster de tiros que se olvide. El director no busca eso, busca ir metiéndonos poco a poco en aquella época. Muestra de esto es que el personaje protagonista interpretado por Oscar Isaac (Ex Machina) en ningún momento usa la violencia, siempre intenta ir por el lado de la palabra. Incluso en un mundo de corruptos donde todo está corrompido, él es el único que no sigue ese juego.
Y aquí es donde encaja perfectamente Jessica Chastain (Interstellar). El papel de la pelirroja (aquí rubia) no es otro que ser la otra voz del matrimonio que forma con Isaac. Ella, hija de un mafioso de Nueva York, todo lo ve desde el lado de la violencia. Tanto es así que es ella la que tiene las escenas más violentas o cargadas de ella. Sus amenazas, su forma de hablar y la forma de “maltratar” a su marido, hacen de ella una mujer de armas tomar. Los dos están espléndidos y se nota que son futuras estrellas de esto.
El año más violento es la mejor película de J.C. Chandor. A quién le entusiasme este tipo de cine está de enhorabuena, pues no sólo verá una época oscura en la historia de la ciudad de Nueva York sino que además asistirá a una clase magistral de interpretación. Una película que se degusta como un buen vino. Una joya.
Lo mejor: Que J.C. Chandor ofrece un espectáculo de primer nivel.
Lo peor: Que su estilo no sea del gusto de los que buscan algo más movido.
Puntuación: 8/10
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