En plena carrera hacia El Eliseo nos llega De Nicolás a Sarkozy, una pequeña joya que entretendrá incluso a los pocos interesados en política, pues es un relato curioso, que se mueve entre la comedia y el drama, de cómo Sarkozy llego al poder en 2007.
Antes de empezar, sobre un fondo negro se puede leer «lo que van a ver a continuación incluye los nombres de personas reales pero es una obra de ficción», es decir, es un relato construido a partir suposiciones, pero para cubrirse las espaldas, su director Xavier Durringer, ha preferido dejar las cosas claras desde el principio.
Estamos en 2007, concretamente el día de las elecciones francesas, y Sarkozy espera en su casa en penumbra no el resultado electoral, sino una llamada de su mujer, la cual le abandono, y solo espera que le acompañe al colegio electoral. A través de esa espera y lo que sucede horas después, el director y guionista Xavier Durringer nos cuenta a manera de flashbacks intercalados, como el “enano” llego al poder. La dirección Xavier Durringer, es muy interesante, ya que esta dotada de mucho ritmo, un ritmo que marcan los maravillosos diálogos que este a escrito junto con Patrick Rotman, que consiguen que hasta que el menos interesado en política este pendiente de lo que sucede en pantalla. Atentos a cada una de las conversaciones entre Sarkozy y Chirac, simplemente inteligentes y entretenidas.
Curiosa es la historia que nos muestra a un político de ideas claras, pero al servicio del mejor postor, es decir, no tiene problemas en hacerse fotos o hablar con otros miembros de diferente ideología, si ello le reporta votos. Y lo más interesante de todo, desde el principio queda muy marcada su relación con su mujer Cécilia, quien consigue crearle una imagen y él se vuelve dependiente de ella, por lo que parte de la trama gira entorno a esta relación.
Destacar la increíble labor de los actores, desde un impresionante Denis Podalydès (El código Da Vinci), quien tiene la responsabilidad de humanizar a Sarkozy y no caer en la caricatura fácil, hasta Bernard Le Coq (GAL) quien compone un Jacques Chirac inolvidable, sin olvidarnos de la mujer de la cinta Florence Pernel (Tres colores: Azul) cuya interpretación de Cécilia Sarkozy, nos deja con ganas de conocer que ha sido de ella en la actualidad.
En resumen, es una cinta muy recomendable para todos aquellos que se quieran acercar un poco a la política del país vecino, y más aun para aquellos que quieran pasar un rato entretenido y conocer algo curiosa de la historia de este político.
Lo mejor: Los encuentros de Sarkozy y Chirac.
Lo peor: Que no sabemos que parte es cierta y que parte es ficción.
Puntuación: 8/10