Will Ferrell (La LEGO película) y Kevin Hart (La gran revancha), protagonizan Dale duro, el debut en la dirección del guionista de Etan Coen (Men in Black 3). Dale duro es una comedia muy de actualidad ya que tiene un empresario corrupto y chistes racistas en su contenido. El resultado es un película simpática, que entusiasmará a unos pocos y horrorizará a muchos.
Un rico, y estúpido, empresario blanco es condenado a pasar una temporada en prisión por corrupción empresarial. Para adaptarse a los tiempos que le vienen, pide ayuda a un limpia coches negro, que necesita dinero para montar su propio negocio. El blanco da por hecho que solo por ser negro, este ha estado en la cárcel y conoce como moverse dentro, cuando realmente es un ciudadano normal que intenta salir adelante. El caso es que el negro intenta enseñar al blanco como sobrevivir en una cárcel, cuando no ha visto una ni en fotos, y el blanco intenta aprender a marchas forzadas, pues en 30 días ingresa en San Quintín. Como suele ser habitual en estas cinta, lo gracioso radica en los chistes, y aquí el nivel es medio. Los hay muy buenos pero quizá algo brutos (todos lo que hacen de juegos de palabras con pene y cárcel), y los hay bastante trillados (como el de la detención del empresario en plena fiesta). Mención especial para el chiste del ruido que se oye en la cárcel, y ahí lo dejamos para que lo disfruten.
Etan Coen, que no tiene que ver nada con los prestigiosos hermanos Coen, realiza Dale duro como si de una sitcom se tratara. Planos de los dos protagonistas bastante abiertos para que puedan improvisar, cerrar el plano y algo más cortos cuando están ante los textos marcados… No es una dirección reseñable, pero tampoco da lugar a lucimientos escandalosos. La secuencias más elaborada es aquella en la que simulan un motín en la casa del blanco, para que este se haga la idea de cómo seria una revuelta carcelaria.
Si que podemos decir que ambos cómicos están muy lucidos en la cinta. Ferrell haciéndose el tonto lo borda. Tiene momentos equiparables al gran Leslie Nielsen (Agárralo como puedas), aquellos en especial en los que pone cara de susto o de niño malcriado. Por su parte, Hart demuestra que es el heredero de grandes cómicos como Eddie Murphy (Superdetective en Hollywood) o Richard Pryor (Su juguete favorito). El momento en el que cuenta el argumento de Los chicos del barrio y lo hace suyo es grandioso.
En resumen, Dale duro es heredera de aquellas cintas como No me chilles que no te veo, pero adaptándose a los tiempos que corren. Quizá pueda resultar vulgar, racista y soez en algunos tramos, pero esta claro que todo se hace con un fin: entretener al respetable. Y eso, a pesar de sus múltiples carencias y defectos, lo consigue.
Lo mejor: Los chistes rápidos sobre penes y cárcel.
Lo peor: Que muchos se pueden sentir ofendidos por un humor algo racista en algunos tramos.
Puntuación: 5/10