Hay que tener una regla clara en esto del cine: No siempre un gran reparto sirve para levantar o salvar una película. Y eso es lo que le sucede a Cut Bank, una cinta tan sumamente insulsa que sólo te sorprenderás por ver a la cantidad de estrellas que aparecen en ella, y te sorprenderás porque te preguntarás que clase de engaño les hicieron para participar en semejante película. Y es que desde que empieza la cinta, bueno, quizás desde el minuto 10 ya sabes que va a suceder, como va a suceder y quienes son los involucrados en todo ello. Todo ello hace de Cut Bank una cinta tan olvidable que cuando salgas de verla no ocupará espacio en tu cerebro. Y eso es quizás lo mejor que tiene.
Liam Hemsworth y John Malkovich en Cut Bank
Cut Bank es una historia más sobre un pueblo de mala muerte donde cada uno mira por sus intereses. Tenemos a la parejita guapa que quiere huir de allí. Al Sheriff que no puede ver muertos. A un magnate que quiere por encima de todo su propio beneficio. Y a todos los chiflados que te puedas imaginar en una cinta de estas características. Y es que los tópicos del guión no sólo van en la dirección de los personajes que aparecen en ella, sino que también tienen sus momentos en las situaciones e incluso en el final de la misma. Y todo comienza por un asesinato que te podría mantener en vilo durante toda la cinta, pero no, para que, rápidamente descubrimos que se trata de argucia para ganar una cuantiosa cantidad de dinero. Y metemos por ahí una historia secundaria/principal sobre un psicópata homicida que no recibe su bolso extraño (toma Macguffin bien introducido) ya que el “supuesto” asesinado es el cartero. Un buen titulo para esta cinta hubiera sido Lost to the river.
Y es que la cinta se pierde rápidamente por querer imitar en muchas ocasiones alguna de las cintas que hicieron a los hermanos Coen (A propósito de Llewyn Davis) unos maestros en esto, como pueden ser Fargo, Muerte entre las flores o quizás a la que más se parezca (salvando distancias infinitas entre ellas) No es país para viejos. Se parece a la cinta protagonizada por Javier Bardem por el hecho de que aquí también tenemos a un loco homicida de vestimenta extraña y desodorante Eau de body, vamos, de sudor. Este personaje se parará los 90 minutos de película persiguiendo a propios y extraños en busca de su bolso, y es más listo que todo el pueblo junto, pues encuentra a los estafadores, al supuesto asesinado, al cabecilla de la trama… vamos a todo el mundo.
Teresa Palmer en Cut Bank
Y son estas situaciones las que te hacen desconectar directamente de la cinta, pues el interés en la misma se pierde. Y aquí entran en acción los actores. El 70% de ellos son caras conocidas. Así, tenemos a John Malkovich (RED 2), Bruce Dern (Nebraska), que parece que se ha vuelto a poner de moda en Hollywood, Billy Bob Thornton (Entourage: El séquito) u Oliver Platt (#Chef), que se deja caer por ahí a ver qué es lo que se cuece. Todos ellos hacen un papel más o menos digno, bueno, Bruce Dern tiene un momento Marion Cotillard en El caballero oscuro: La leyenda renace que da un poco vergüenza ajena.
Pero ellos están salvables, caso aparte es de Teresa Palmer (Memorias de un zombie adolescente), aunque se salva un poco por lucir palmito, y Liam Hemswoth (Los juegos del hambre: Sinsajo – Parte I), que lo suyo se parece a lo de su hermano, salvo que Chris (Vengadores: La era de Ultrón) es saber escoger mejor los papeles. Cut Bank es una de esas cintas que llegan por el reparto que tiene, no por la calidad que debería atesorar. Es una cinta que no sirve ni para un día aburrido en casa sin nada que hacer. Una lástima desaprovechar de esta manera a la cantidad de estrellas que aparecen en ella. Aburrida e insulsa.
Lo mejor: Los veteranos que aparecen y que dura 90 minutos.
Lo peor: Aburre porque sabes en todo momento lo que va a pasar.
Puntuación: 2/10
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