A la moda de rehacer y relanzar franquicias se apunta ahora Creed. La leyenda de Rocky (subtitulado añadido únicamente en España para que sepamos que esta película es otra más de la saga Rocky). Creed. La leyenda de Rocky es, contra todo pronóstico, una joya que apela a la nostalgia de los fans de la saga y es capaz de atrapar a las nuevas generaciones. Sin duda una sorpresa donde hemos descubierto a un director excelente, Ryan Coogler (Fruitvale Station), un compositor en perfecta sintonía, Ludwig Göransson (Somos los Miller), y a un entrañable y adorable (que no buen actor) Sylvester Stallone (La gran revancha).
Adonis Creed, hijo ilegitimo del famoso púgil Apollo Creed, vive acomodado en una vida que no siente como suya. Su pasión por el boxeo le hace dejar toda esa vida atrás y embarcarse en una aventura por convertirse en profesional de este noble deporte. El amigo de su padre (y eterno rival) Rocky Balboa le echara una mano en ello. Así de sencilla es la premisa de Creed. La leyenda de Rocky, una versión actualizada de Rocky, ganadora del Oscar a mejor película en 1976. Los tiempos han cambiado, y el ignorante chico de barrio del 76 se ha transformado en un chaval que lo tiene todo pero no considera nada suyo, pues no ha luchado por ello. Y lo más importante, no quiere hacerse un hueco gracias a su laureado apellido. A pesar de su sencillez, el guion de esta cinta esconde una pasión y un respeto por la saga pocas veces vista. Ahora hay un personaje que lleva audífono, un claro homenaje al primer entrenador de Rocky, Mickey; también hay huevos para desayunar, pantalones con los colores de la bandera americana… mil referentes perfectamente encajados. Si Rocky es un referente del sueño americano de aquella época, Creed. La leyenda de Rocky es un retrato similar para la juventud de ahora.
Ryan Coogler consigue llamar muchísimo la atención con una mezcla de dirección a medio camino entre el buen gusto y el macarrísmo visual más efectista. Sus planos secuencia (en especial el del primer combate como profesional) nos meten de lleno en los combates, nos hacen participes de la “ensalada de golpes” que se propinan los púgiles, sin duda todo un acierto. El punto macarra esta presente en esos momentos donde la cámara se congela y se nos anuncia el perfil de contrincante, otro acierto (poco novedoso, pero que funciona de perlas). Aparte Creed. La leyenda de Rocky esta plagada de imágenes que quedarán como icónicas, el momento en el que Adonis hace sombra sobre la imagen que un proyector proyecta de su padre es increíble. Sin duda un director a seguir en sus próximos proyectos.
Otra pieza angular de la película es la potente composición de Ludwig Göransson, todo un descubrimiento. Göransson rinde un homenaje a las fanfarrias clásicas compuestas por Bill Conti, pero convirtiéndolas en sinfonías totalmente nuevas. Usa los primeros acordes de temas emblemáticos, pero luego les añade un giro que suena conocido, pero realmente es una composición nueva. La partitura eleva la emoción de la película en los momentos más insospechados. También hace uso de las nuevas tecnologías para los momentos más románticos de la cinta, otro acierto, pues se aleja bastante de las citadas fanfarrias.
Esta claro que a pesar de ser Creed. La leyenda de Rocky, nos encontramos antes otro cinta de Rocky, donde Stallone es una pieza fundamental. Aquí interpreta al “abuelo” que a todos nos hubiera encantado tener. Eso hace que su personaje emocione y enternezca, pero no nos engañemos Stallone sigue siendo un actor limitado y sus registros son los mismos desde la primera entrega. Quienes sorprende son sus otros dos protagonistas, Michael B. Jordan (Cuatro Fantásticos) y Tessa Thompson (Selma). El primero este esplendido, su recreación de ciertos gestos de Carl Weathers (el actor que interpretó a Apollo Creed en la saga) no hace que dudemos de su veracidad como hijo ilegitimo, atentos a ese momento haciendo sombra sobre la imagen de su padre, muy emocionante. Y la segunda hasta canta, y lo hace bien.
En resumen, Creed. La leyenda de Rocky es una cinta muy noble, emotiva, bien construida, y con un ritmo trepidante. Sus algo más de dos horas pasan como un suspiro. Creed. La leyenda de Rocky devuelve a la saga Rocky a lo más alto del podio, donde estaba y siempre deberá estar, pues es un legado del cine contemporáneo.
Lo mejor: Todo funciona a la perfección: ritmo, música, actores, dirección…
Lo peor: El subtitulo español para saber que nos encontramos ante otro episodio de la saga Rocky.
Puntuación: 10/10